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Crítica: No Controles. La comedia más redonda de estas fiestas

El año pasado descubrimos en Borja Cobeaga un nuevo valor del cine patrio.
Su manejo de la comedia a la americana trasladada a nuestra particular naturaleza, hizo que Pagafantas recibiera importantes premios que reconocían la valía de sus creadores.
Ahora, cargados con una campaña viral de derribo y con una comedia bomba que transcurre en tiempo real durante una nochevieja pasada por nieve, encontramos que No Controles sigue la estela de su predecesora y nos descubre unos personajes secundarios que merecerían una película solo para ellos.

El desfase está asegurado a partir del 5 de enero.
Sergio y Bea ya no son pareja, pero por no estropear las fiestas a la familia hacen ver que se van juntos a Ciudad Real.
Sin embargo en el aeropuerto se despiden definitivamente ya que sus destinos son bien distintos y Bea parte hacia Alemania para trabajar junto a sus padres en un restaurante español.

Un temporal de nieve evita que salgan los aviones y todo el pasaje debe pasar la noche vieja en un hotel de carretera.
Sergio tendrá tan solo unas pocas horas para reconquistar a su chica, pero en esa misión no estará solo ya que le acompañan Juancarlitros, Juanan y Jimmy, unos improvisados compañeros de viaje que harán todo lo posible para lograr el éxito a toda costa.
El buen hacer de Cobeaga y el coguionista Diego San José se dejan notar en un libreto afinado hasta la última coma.
Algunos de los personajes que han creado se comen la escena, como es el caso de un Juancarlitros desatado y desfasado interpretado por el un claro valor en alza como es Julián López.
La historia es realmente redonda y consigue divertir y emocionar a un espectador que es testigo de como se enreda una madeja que no verá deshecha hasta el final de la trama.
A pesar de saber como acaban siempre las comedias romanticas, No Controles se las apaña para tenernos en vilo hasta el último momento y eso no es sencillo de lograr.
La pareja formada por Alexandra Jimenez y Unax Ugalde funciona a las mil maravillas a pesar de estar ambos en registros muy alejados de sus anteriores trabajos.
Se hecha en falta algún momento más para el personaje de Secun de la Rosa, cuyo papel queda demasiado justo dadas las prisas que lleva la película durante todo su metraje, algo que a pesar de ir a favor del ritmo de la misma, pasa factura en el desarrollo de algunos de los secundarios.
También merece una mención Miguel Ángel Muñoz en el papel de conquistador y némesis del protagonista, vende motos confiado pero a momentos despistado integral.
Yo personalmente me quedo con Pagafantas, pero hay que reconocer que No Controles supone un ejercicio de ritmo impresionante, que a parte de ser una cita obligada para todos los que disfrutamos de una buena comedia, es un paso hacia delante para un director del que podremos esperar grandes sorpresas en el futuro.

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