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Shigeichi Negishi, el inventor del karaoke, uno de los inventos más icónicos y disfrutados en todo el mundo, muere a los 100 años.
El mundo de la música y el entretenimiento está de luto tras la pérdida de Shigeichi Negishi; el ingeniero detrás de uno de los inventos más icónicos y disfrutados globalmente: el karaoke.
Falleció a la edad de 100 años, dejando tras de sí un legado de diversión y canto que ha unido a personas de todas las edades y culturas.
La noticia de su fallecimiento surgió en enero, pero fue hasta recientemente que The Wall Street Journal dedicó un extenso obituario a este pionero, revelando aspectos de su vida discreta y su impacto monumental en la cultura de entretenimiento.
A pesar de la magnitud de su invento, Negishi nunca patentó su creación.
A finales de los años 60, Negishi concibió la idea que transformaría las reuniones sociales y el entretenimiento nocturno.
Su creación, el Sparko Box, permitió a las personas comunes subir al escenario y convertirse en estrellas de la música por una noche.
Esta caja, compuesta por un micrófono, un altavoz y una grabadora, marcó el comienzo de una nueva era en el ocio, democratizando el canto y convirtiéndolo en una actividad accesible para todos.
Aunque su invento trajo alegría a muchos, también enfrentó controversias, especialmente de los músicos que veían el karaoke como una amenaza para su profesión.
Negishi abandonó el mercado del karaoke en 1975, agotado por los conflictos y desafíos que enfrentaba.
Sin embargo, su contribución continuó floreciendo, transformándose en un fenómeno global en las décadas de 1980 y 1990.
La muerte de Negishi ha provocado reflexiones sobre la interacción entre la tecnología y el arte.
Matt Alt, autor y comentarista cultural, destacó cómo el karaoke, al igual que las discusiones actuales sobre la inteligencia artificial, plantea preguntas sobre la creatividad y la autenticidad en el arte.
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