Criticar el modelo económico que rige en una gran parte del mundo conocido como desarrollado, precisamente en la reunión anual estrella de quienes dirigen este modelo económico, es un acto valiente y quizá un tanto ingenua por parte de Ban Ki-moon.
El secretario de Naciones Unidas ha dicho en el Foro Económico Mundial que hay una necesidad urgente de acompasar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente.
El viejo modelo económico, ha dicho, es un pacto de suicidio colectivo.
Es necesario encontrar formas de administrar los recursos escasos y el más escaso de todos es el tiempo.
Ban Ki-moon ha repetido una idea nada original de tan repetida y obvia que es: hay que tomar acciones rápidas y decisivas sobre el cambio climático para frenar el calentamiento global.
El presidente de Finlandia, Tarja Halonen, co-presidente del Panel de alto nivel sobre la sostenibilidad mundial de Naciones Unidas, llamó a desarrollar un enfoque que combine el crecimiento con justicia social y sostenibilidad ambiental.
Susilo Bambang Yudhoyono, presidente de Indonesia, declaró que su gobierno está comprometido con políticas que equilibre el crecimiento y la protección del medio ambiente.
En un comunicado de prensa del Foro, es citado el presidente de México, Felipe Calderón, quien dice que la situación actual presenta grandes oportunidades si somos capaces de producir más con menos energía.
Jim Balsillie, presidente y Co-CEO de Research in Motion, una compañía de software canadiense, es menos optimista: dijo que las cosas están empeorando y la gran pregunta es “¿cómo detener un tren fuera de control.
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