A propósito de los problemas del Vélib parisino que os informamos días atrás, un lector comenta que en Chile existe un servicio de bicicletas públicas similar, y que hasta ahora no se han robado ninguna.
Siempre oí que Santiago de Chile era una de las ciudades más contaminadas de América Latina.
En invierno, los problemas se acentúan en parte por el fenómeno de inversión térmica que retiene la contaminación a nivel del suelo.
Sé que algunos días el nivel de polución es tan alto que se suspenden las actividades escolares.
Por eso, y porque no conozco otro servicio similar en América Latina, lo de las bicicletas públicas ha despertado mi curiosidad.
El servicio se llama B’Easy y fue inaugurado el 9 de diciembre de 2008.
Funciona en Providencia, un área urbana de unos 14 kilómetros cuadrados en Santiago.
Tiene 10 estaciones de distribución, con un promedio de diez bicicletas por parada.
Se trata de una iniciativa municipal que atiende a unos 3 mil usuarios.
Dada su magnitud, no me extraña que no haya sufrido los embates del vandalismo.
En cualquier caso, sería un buen ejemplo para otras capitales de la región, cuyo tráfico es de pesadilla.
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