Hay cosas que no nos imaginaríamos ni en nuestros sueños más extraños.
Frank Sinatra cantando un dúo con King Africa, Kojima haciendo juegos diferentes a los de la saga Metal gear solid, El monstruo de las galletas echándose un Bioshock… ¡Un momento! Visto lo visto, es posible que algún día nos encontremos con esa descorazonadora imagen en nuestras pantallas.
Y es que Big bird, los creadores de Barrio sésamo, han realizado un informe en el que dicen que los videojuegos pueden ser tan buenos para los niños como ir a clase o la televisión educativa.
Chavales, ya tenéis excusa para pedir una PSP a vuestros padres.
Big bird, en dicho informe, dice que los profesores, las organizaciones gubernamentales y los profesionales de la educación en general deberían girar su mirada hacia el mundo del videojuego y darse cuenta de que podrían tener un impacto positivo en los niños del mundo entero.
Obviamente, refiriéndose en todo momento a juegos no violentos y que sirvan para adquirir nuevas habilidades propias del siglo XXI (¿insinúan que saber manejar un cañón de plásmidos no es una habilidad propia del siglo XXI?), que Barrio sésamo tampoco va a defender el Call of duty.
Es normal.
Los juegos están aquí para quedarse y ofrecen al país una rara oportunidad de afianzar el entusiasmo ya establecido de los niños y haciendo que este entusiasmo reforme la educación y ofrezca un desarrollo saludable – Big bird (traducción libre)Pero no nos engañemos: Este informe, que a priori parece tan esperanzador como las palabras de la ministra Sinde del otro día, explota en nuestra cara como un globo relleno de nitroglicerina en cuanto seguimos leyendo y vemos cuáles son los juegos recomendados por Big bird para que los niños solucionen problemas y consigan esas habilidades propias del siglo XXI: ¿Braid? ¿Chrono trigger? ¿Acaso estará por ahí New Super Mario Bros? Pues no, amigos.
El juego que Big bird recomienda principalmente no es otro que Sesame’s street color me hungry, en el que Triqui, el monstruo de las galletas, enseña a los niños a comer vegetales.
Vamos, que Barrio sésamo se ha currado un informe para decir que compremos juegos de Barrio sésamo y, ya de paso, para destrozar nuestra infancia (¿El monstruo de las galletas comiendo vegetales? ¡Por favor!).
Lo que toda la vida se ha llamado “publirreportaje” pero maquillado para que parezca mucho más interesante.
Qué lástima.
¡Con lo bien que suenan frases como “Los juegos digitales ofrecen una prometedora y nunca vista oportunidad para afianzar el entusiasmo de los niños y ayudarles a transformar el aprendizaje en América”! Habrá que esperar a que haga un informe alguien serio.
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