Los medios de comunicación nos han hecho conocer la triste historia de un chico de Ohio de 17 años al que la policía detuvo el pasado 29 de diciembre, tras un falso intento de suicidio originado al parecer por un videojuego.
El chico en cuestión estaba chateando con un representante de Blizzard cuando de pronto anunció que estaba dispuesto a suicidarse si la compañía no atendía sus peticiones.
El representante no dudó en ponerse en contacto con la policía, y cuando los agentes aparecieron en casa del chaval se encontraron con que se trataba sólo de “una broma para conseguir lo que quería para el juego”.
El angelito terminó esposado y arrestado, y posteriormente devuelto a la tutela de su padre, con una citación judicial para el próximo 6 de enero.
A pesar de que en ningún momento se especifica a qué estaba jugando el muchacho, supongo que las palabras Blizzard y loco-de-remate son suficientes pistas para deducir que el sujeto pasa demasiadas horas jugando al WoW (ups, ya lo he dicho).
La respuesta de algunas cadenas de televisión españolas no se han hecho esperar, y esa misma tarde nos contaban la noticia con el típico tono de aquellos que se empeñan en satanizar los videojuegos, como si fueran la causa de todos los males del mundo, por culpa del comportamiento de algún que otro perturbado.
Pero lo que más me intriga de todo este tema es… ¿Qué demonios estaba pidiendo este chaval a Blizzard a cambio de su vida?Via
