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La verdad sobre la inflamación abdominal y la fruta en la cena

La fruta en la cena no es el culpable de la inflamación abdominal, sino el contexto y los hábitos digestivos.

La inflamación abdominal es un tema que está más presente que nunca en nuestras charlas sobre salud digestiva. A menudo, se le echa la culpa a ciertos alimentos, especialmente a las frutas, y más aún si se consumen por la noche.

Pero, ¿realmente es así? Es fundamental desmitificar esta idea y poner el foco en cómo cada cuerpo responde a los alimentos. La nutricionista Lorea Agirre ha explorado este asunto en sus plataformas, y su mensaje es claro: *la clave está en entender las reacciones individuales a distintos alimentos y en qué momentos del día los consumimos*.

Más allá de los mitos: el papel del estado digestivo

Agirre enfatiza que el verdadero problema no radica en la fruta en sí, sino en cómo se encuentra nuestro sistema digestivo al momento de comerla. Para quienes han lidiado con inflamación o molestias digestivas, hay varios factores a tener en cuenta, como el horario de la cena y el tipo de fruta. Por ejemplo, combinar frutas frías y altas en azúcar puede resultar incómodo si ya estamos sintiendo malestar. Sin embargo, si cenamos temprano y en un ambiente tranquilo, frutas como el melón o la papaya pueden ser opciones ligeras y muy beneficiosas.

Este enfoque nos recuerda que no deberíamos caer en la trampa de generalizar sobre los alimentos. Escuchar a nuestro cuerpo y personalizar nuestras elecciones alimentarias según nuestras propias necesidades es vital para mantener un buen bienestar digestivo. ¿Te has preguntado alguna vez cómo te sientes después de comer ciertos alimentos?

Las dietas restrictivas y la frustración que generan

Agirre también lanza una crítica a las dietas restrictivas que no contemplan las particularidades de cada persona. Muchas veces, las personas se sienten atrapadas en un ciclo de dietas que no abordan sus verdaderas necesidades. Esta frustración no es resultado de una falta de voluntad, sino de un enfoque demasiado genérico que ignora la singularidad de cada organismo. Es clave entender que nuestro cuerpo tiene sus propios ritmos y necesidades que no pueden ser encasillados en planes de dieta estándar.

La nutricionista subraya la importancia de aprender a reconocer las señales que nuestro cuerpo nos envía. Esta habilidad no solo mejora nuestra relación con la comida, sino que también puede ser fundamental para aliviar problemas digestivos. A menudo, lo que realmente necesitamos es escuchar y responder a lo que nuestro cuerpo nos pide, en lugar de seguir al pie de la letra reglas alimentarias que tal vez no sean las más adecuadas para nosotros.

Recomendaciones prácticas para aliviar la inflamación digestiva

Si estás buscando maneras de aliviar la inflamación abdominal, Agirre tiene una receta simple y efectiva: una infusión de agua caliente, jengibre y menta. Esta mezcla no solo es reconfortante, sino que también ha demostrado ser útil para reducir la sensación de hinchazón y gases. A veces, los remedios naturales como este pueden ofrecer un alivio inmediato y ayudarnos a reconectar con nuestro cuerpo y sus verdaderas necesidades.

En resumen, la inflamación abdominal es un problema común que, a menudo, está más relacionado con nuestros hábitos y el contexto en el que comemos, que con el consumo de un alimento específico. Adoptar un enfoque más personalizado y centrado en el cuerpo puede conducir a una mejor salud digestiva y a una relación más positiva con la comida. Así que, la próxima vez que sientas inflamación, pregúntate: *¿qué me está diciendo mi cuerpo?*


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