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La multinacional McDonald’s en Japón sufre la crisis de suministros. La empresa de comidas rápidas ha debido tomar medidas extraordinarias para que todos sus clientes puedan, al menos, tener una ración de patatas fritas.
Japón sufre la escasez de este producto, por lo que la compañía ha decidido que, durante una semana entera, los que pidan este producto solo podrán escoger el tamaño pequeño de papas fritas.
Los japoneses desde el viernes 24 de diciembre hasta el jueves 30 de diciembre tendrán restringido el acompañamiento típico de la hamburguesa.
Asimismo, McDonald’s asegura que todas las personas que durante ese lapso compren un menú que contenga una ración pequeña de patatas, recibirán un descuento individual de 50 yenes (0,44 centavos de dólares).
Una de las causas de esta escasez es la expansión de la variante Omicron, que ralentiza la producción de todo tipo de productos. Pero la razón principal son los problemas de suministro y los retrasos que afectan al puerto de Vancouver en Canadá, el principal punto de tránsito de las importaciones de la compañía desde Norteamérica.
McDonald’s Japón ha explicado que importa patatas desde Norteamérica a gran escala a través del puerto de Vancouver, pero los envíos han sufrido retrasos debido a daños provocados por inundaciones. Al aproximarse las fiestas de Navidad, mucha gente tiene vacaciones y la producción de patatas se verá reducida.
La empresa ha subrayado la dificultad de adquirir materias primas de manera estable, señalando que ha buscado con importadores y proveedores la adopción de medidas alternativas, incluyendo organizar el transporte aéreo. Por ejemplo, en respuesta, McDonald’s Japón ha importado 1.000 toneladas de patatas fritas congeladas por vía aérea.
No es la primera vez que la famosa franquicia experimenta problemas de este tipo. El pasado mes de agosto anunció que sus casi 1.300 locales en el Reino Unido se quedaron sin batidos y sin refrescos embotellados, ante la falta de suministros provocada por el Brexit y la actual emergencia sanitaria.
Dos meses después, los locales británicos de McDonald’s se vieron afectados por la escasez de su hamburguesa Chicken Legend, lo que provocó que tuviera que ser retirada de sus respectivos menús, si bien posteriormente se volvió a servir. Esto también sucedió en España y se ha visto obligada a esconder algunos de sus productos con pollo por un tiempo.
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