Un estudio ha encontrado que las abejas son mejores alumnas en la mañana.
Aprenden y reconocen con mayor rapidez los olores en las primeras horas del día.
Los científicos consideran que éstos hábitos madrugadores son una evolución importante pues permite olfatear el néctar de las flores con mejor precisión.
En el experimento, el equipo examinó a más de 1.
000 de estos insectos y los resultados fueron publicados en la revista Behavioural Ecology and Sociobiology.
Una investigación anterior demostró que la mayoría de las flores acumulan su néctar durante la mañana, es decir que esta franja horaria es la más útil para la tarea de las abejas.
El proceso de memorización de nuevos olores liberados por las flores es muy intenso en energía, así que estar un poco menos inteligentes durante el resto del día podría ayudar a los insectos a reponerse para la siguiente jornada.
Para estudiar la capacidad de aprendizaje de las abejas, los científicos capturaron unas 1.
000 abejas forrajeras (Apis mellifera).
Varios grupos divididos fueron entrenados en diferentes momentos del día para asociar un olor nuevo con un premio de comida.
El equipo, dirigido por el profesor Giovanni Galicia de la Universidad de Konstanz en Alemania, puso a prueba a las abejas para ver si respondía correctamente a los olores.
Las abejas entrenadas para trabajar durante la mañana, fueron capaces de recordar mejor los olores.
Una investigación anterior ya había establecido que el comportamiento de las abejas es muy dependiente de la hora del día.
Pero este trabajo, dicen los científicos, muestra por primera ves que las abejas son más capaces de aprender en la mañana.
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