Ecologistas brasileños y de todo el mundo están presionando a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para que vete un proyecto de ley que, de ser puesto en marcha definitivamente, abriría grandes áreas de selva, hasta ahora protegidas, a la ganadería y la agricultura.
Como explica el New York Times, el Código Forestal, aprobado por el Congreso en abril de este año ante la insistencia de poderosos grupos agrícolas, reforma una legislación de 47 años de antigüedad que prevé la protección de la selva:El proyecto de ley daría amnistía a los terratenientes que deforestaron ilegalmente zonas [de selva] antes de 2008.
Si la legislación entra en vigor, permitiría a los propietarios de tierras en el Amazonas reducir la cubierta forestal obligatoria del 80% al 50%, y podría conducir a la pérdida de hasta 190 millones de hectáreas de bosques, de acuerdo con el Instituto de Investigación en Economía Aplicada.
Según WWF, sólo un veto total de la presidenta protegería los bosques de Brasil.
Rousseff recibió oficialmente el proyecto de ley esta semana y tiene hasta el 25 de mayo para vetar la totalidad o parte de él, o para permitir que se convierta en ley.
WWF, Avaaz y Greenpeace han lanzado una petición pidiendo a la presidenta que vete el proyecto de Código Forestal.
Hasta el momento, más de un millón de personas ha firmado la petición.
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