Nunca una iluminación completamente verde encendió tantos colores en una ciudad.
Laval es la primera población francesa en utilizar energía eólica para encender las luces navideñas de sus calles.
Bueno, de sus calles …plazas, puentes, río, y sin olvidar su enorme castillo.
Y todo a un módico precio, porque la ciudad de la región del Loira, en el oeste del país, se ha teñido de mil colores gracias a bombillas alimentadas por pequeñas turbinas de viento.
Para los que dudaban de las energías alternativas, la iluminación navideña de Laval es todo un ejemplo de eficiencia energética tirando al 100% de ellas.
En este caso, y sin ánimo de desmerecer, no hay que darle a los pedales hasta el agotamiento para encender cuatro lucecitas, y para colmo con ayuda de la electricidad, como ocurrió con el abeto de leds de Barcelona.
Así funciona el invento: el aire hace girar las turbinas y propulsan dos aerogeneradores (pequeñas turbinas) de metro y medio de diámetro, sobre las que pivota un mástil de dos metros.
Gracias a su actividad, se producen entre 3 y 6 kW/h de energía eólica, suficiente para abastecer a Laval.
Laval, ciudad francesa pionera en iluminación navideña con turbinas de vientoCuando el viento supera los 6 km/h, el equivalente de una suave brisa, ya comienza a producir electricidad.
Así, chano chano, las turbinas giran y giran, mientras iluminan escandalosamente la ciudad.
Y, por supuesto, también ellas se autoiluminan, para aumentar el efecto educativo, pues según el teniente de alcalde de la villa, Jean Christophe Boyer, “también ellas forman parte de la decoración de la ciudad”.
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