La mayoría de perros de raza que existen son obra del ser humano.
Sí.
Vaya, no fue que salieron mágicamente de un tubo de ensayo, sin embargo son como son gracias a un intencionada selección genética de los criadores.
Y muchos de ellos, lamentablemente, sufren de desordenes hereditarios.
Es el caso de un cachorro de pedigrí en Inglaterra que nació con una condición degenerativa y que ha recuperado la vista gracias a un lifting facial.
Molly, un Shar Pei, nació con entropión, una malformación donde los pliegues de la piel obstaculizan la vista, causando dolor y llevando en muchos casos a la ceguera, un clásico problema de esta raza de origen chino.
El cachorro recuperó su vista después de dos operaciones para quitar piel sobrante.
Richard Marks, el veterinario que realizó la cirugía la semana pasada, dijo que el perro estaba sufriendo el peor de los casos de entropión que había visto nunca.
Lo que básicamente hizo el veterinario fue darle un retoque de cara extrema quitando un gran trozo de piel y cosiendo la piel restante en la parte posterior de la cabeza.
Algo parecido a lo que hacen muchas celebridades entradas en años cuando se estiran las arrugas.
Éstos problemas genéticos se intensifican en buena parte por culpa de los criadores que, obsesionados con la pureza de la raza, incurren en prácticas endogámicas.
El Kennel Club inglés anunció, a finales del año pasado, nuevas regulaciones para evitar el apareamiento cercano de la familia.
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