“Advertencia.
Reciente ataque de tiburón.
Playa cerrada”, reza el escalofriante cartel que aconseja no entrar en Surf Beach.
¿Qué pasó allí? Todo ocurrió muy rápido, atacó por sorpresa y su víctima murió a los pocos minutos.
Sucedió al sur de California, donde un fiero escualo mató a un joven mientras practicaba el body board.
El joven, Lucas Ransom, de 19 años de edad, disfrutaba de las olas en Surf Beach, cerca de Santa Bárbara, cuando a primera hora de la mañana sufrió el furioso ataque de un escualo, que le desgarró la pierna.
A partir de ese instante, ya nada pudo hacerse, y aunque su compañero de surf, Mateo García, intentó socorrerlo, la enorme herida hizo que la víctima se desangrara al poco tiempo, llegando ya sin vida a la orilla.
El suceso es poco frecuente, pero no ha sorprendido demasiado, pues la playa se encuentra en el entorno de la base aérea Vandenberg, un área visitada por tiburones, cuyo último ataque había tenido lugar en 2008, cuando un nadador de 66 años fue mordido por un tiburón blanco.
Verlos es mucho más fácil, sin embargo, cada año se producen decenas de avistamientos en la costa californiana.
Los expertos creen que los ataques son debidos a que estos depredadores confunden los trajes de neopreno de los surfistas con focas o leones marinos.
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