Estos peques son tan tiernos, tan parecidos a los bebés humanos, que estremece sólo pensar las desgracias que ya han sufrido en su cortísima vida.
Pero, pese a quedar huérfanos, al menos sobrevivieron, y ahora se recuperan en la ong Lola Ya de los ataques sufridos por los cazadores furtivos que mataron a sus madres.
El chiquitín que ves en las fotografías es Ombwe, el huérfano más pequeño de la reserva, una organización dedicada a ayudar a los bonobos de la República Democrática del Congo.
En las imágenes puedes observar cómo su cuidadora y segunda madre, Enriqueta, lo cuida con cariño, sin olvidar ningún detalle: además de darle el biberón -sin tetina, pues está a punto de beber él solito en vaso- le pone gotitas en la nariz y un descongestionante para el pecho, ya que está resfriado.
Pero esto no es todo: además de alimentarlo y cuidar de su salud, Ombwe no sale de las faldas de Enriqueta, a la que adora, si bien nos cuentan desde la ong que crece bien, y que su personalidad va reafirmándose.
Aunque siempre quiere estar al bracito, “sabe repartir pequeños mordiscos y bofetadas a quien le molesta”.
Cuidados en la guardería de la ong Lola YaCon esta gracia y buen humor realizan las tareas en la guardería de Lola Ya:¿Alguna vez has tratado de poner gotas en la nariz de un bonobo pequeño o un bálsamo descongestionante en su peludo y suave pecho? No es fácil! Sin embargo, el frío ha vuelto y la artillería pesada se aplica a los bonobos resfriados en nuestra guardería … Pobre Ombwe, le está molestando, eh?, pero pronto se sentirá mejor y habrá valido la pena el esfuerzo.
(Traducción libre)Vía
