No es algo nuevo, pero sigue siendo impresionante, y un auténtico desastre para el ecosistema y la pesca.
Tal y como ya ocurrió durante los juegos olímpicos de Pekín 2008, una enorme marea de algas está teñiendo de verde la costa este de China.
El viento está acercando esta gigantesca mancha verde a la costa, cuya extensión supera los 300 kilómetros cuadrados.
Su tamaño la convierte en la mayor delas vistas en el país asiático desde el brote olímpico, que a punto estuvo de interrumpir los eventos de vela.
Y lo que es peor, no cesa de crecer: desde que fue detectada el pasado día 14 de este mes al este de la provincia china de Shandong, casi se ha duplicado.
Sus efectos no son, ni de lejos, tan devastadores como los de la marea negra sufrida en el Golfo por gentileza de BP, y tampoco se tiene claro qué ha causado la expansión de las algas.
Sin embargo, el ecosistema sale perjudicado, y también afecta a la industria pesquera local, pero en este caso el impacto es mínimo ya que la pesca está suspendida para que la población de peces se recupere.
Actualmente, los vientos están empujando la masa de algas hacia la ciudad costera de Qingdao y se encuentra a unos 10 kilómetros de ésta.
Mientras, los habitantes de la zona y voluntarios de otros lugares están haciendo preparativos para hacer una limpieza en cuanto lleguen.
Al menos, la experiencia pasada les sirvió para aprender a hacer frente a esta invasión de algas.
No sólo han enseñado ya a la gente a retirarlas, sino que hay preparados más de 60 buques y otros equipos de limpieza.
Lo cierto es que les espera un auténtico trabajo de chinos.
Vía
