El mundo del vino y de su distribución se pasa a la energía eólica para un transporte más ecológico.
Una compañía francesa, Compagnie de Transport Maritime à la Voile, ya usa en la actualidad un tradicional barco de vela para ello.
Paralelamente, una empresa californiana de Napa, llamada Wine by Sail, planea hacer llegar de la misma forma remesas de vino hasta San Francisco.
El transporte marítimo, en expansión desde hace décadas en este mundo globalizado, supone grandes cantidades de CO2 emitidas a la atmósfera.
El caso es que este ámbito del transporte quedó fuera de toda regulación al firmarse el Protocolo de Kyoto, por lo que no hay ningún tipo de control ni normativa al respecto.
Sumado al sinsentido de en Australia beban vinos españoles, o en California beban tintos chilenos, por poner un par de ejemplos, pues la verdad, urge paliar como sea tan insostenible modelo de negocio.
Veamos el caso francés.
La Compagnie de Transport Maritime à la Voile, mediante la inciativa bautizada como Fair Wind Wine, empezó a realizar envíos de vino vía marítima y a vela en agosto de 2007.
El año pasado transportó de esta forma 60.
000 botellas de caldo francés, ahorrándole a la atmósfera 8,4 toneladas de CO2, o lo que es lo mismo, 140 gramos por botella.
El barco utilizado es el Belem, un buque histórico que surca los mares desde 1896 y que cuenta con tres mástiles con velas.
La más reciente entrega tuvo como destino Irlanda.
De la misma forma, como avanzábamos en el primer párrafo, la califoniana Wine by Sail (vino a vela), con sede en la ciudad de Napa, tiene el proyecto de crear una línea de transporte con San Francisco que dé salida a los crecientemente populares vinos de California.
Por lo menos los de gama más exclusiva.
Estos ejemplos son una muestra de un nuevo nicho de empresas eco-friendly.
Parece mentira que en tantas cosas volvamos a los sistemas tradicionales, en este caso al transporte a vela.
Esperemos que el sector se afiance, y que, siempre que sea posible, los contaminantes barcos que funcionan con gasoil vayan cediendo el sitio a estas alternativas limpias.
Aquí en Ecologiablog habíamos ya planteado algunos avances en este sentido, como combinar velas con motores tradicionales, barcos que funcionan con aceite vegetal reciclado o que se ayudan de energía solar, y catamaranes solares.
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