Parece que muchos estadounidenses creen que la caza deportiva no es tan divertida después de todo.
Hombre, no lo es, y no sólo ahora sino de toda la vida.
Buenas noticias para ciervos y osos, malas para las comisiones que administran la concesión de licencias de caza, que en el caso del estado de Pennsylvania ha visto sus ventas caer 20% en las últimas dos décadas.
De acuerdo con el diario Beaver County Times, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos estima que la misma reducción en la venta de licencias de caza se ha producido en 33 estados del país.
En el estado de Massachusetts, en la costa este, la venta de licencias ha caído hasta la mitad en las últimas dos décadas.
La comisión de caza deportiva de Pennsylvania cree que el descenso se debe a que la gente tiene actualmente muchas más opciones para pasar el tiempo.
Matar animales por gusto parece demasiado esfuerzo ahora que no hay que levantarse para cambiar el canal en la televisión, palabras del vocero de la comisión citadas por el diario.
El mismo vocero cree que, incluso con los nuevos programas diseñados para introducir a los niños a la caza, las pérdidas en seguidores de este “deporte” serán irreversibles.
Las cifras preliminares de 2010 muestran que las ventas de licencias se están quedando alrededor de 2% por debajo de 2009.
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