Que un grano de polen pueda manipular el pistilo de la flor es toda una lucha por la victoria.
Al menos esto afirman algunos científicos de la Universidad de Lund que se embarcaron en una investigación para estudiar el fenómeno.
La profesora Asa Lankinen y Josefin Madjidian están trabajando el tema en la División de Ecología Vegetal en la Universidad de Lund.
Su especialidad: conflictos sexuales y competencia entre el polen y las plantas.
Los investigadores dicen haber demostrado que algunos granos de polen están mejor preparados que otros para influir en el pistilo de una flor.
Es decir, en esto de la polinización hay perdedores y ganadores, y timadores.
Lo curioso es que esta lucha del más apto puede ir en detrimento de la planta.
Cuando los granos de polen de diferentes individuos aterrizan en la superficie de un pistilo, se plantea una competencia para fertilizar el óvulo en el pistilo.
Este óvulo se oculta en la parte inferior del pistilo.
Los granos de polen tiene un tubo que penetra rápidamente en el pistilo hasta llegar al óvulo.
Lankinen y Madjidian han examinado una planta de flores de América del Norte llamada Collinisa heterophylla.
Normalmente, los granos de polen de esta especie deben sentarse y esperar durante varios días antes de que la superficie del pistilo pueda ser penetrada.
Sin embargo, la investigación muestra que algunos granos de polen pueden manipular la superficie para penetrar en el pistilo antes de tiempo adelantándose a los demás pacientes competidores.
Esta manipulación constituye una ventaja para el grano de polen pero al mismo tiempo tiene un efecto negativo sobre el número total de semillas que se forman.
Podría decirse que el pistilo tiene la capacidad de activar sus defensas para intentar evitar esta manipulación, lo que conduce a una carrera armamentista entre los sexos.
Este estudio ofrece evidencia indirecta de esa carrera, pero los investigadores todavía no están en condiciones de decir exactamente lo que parece.
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