¿Qué ventaja tiene instalar aerogeneradores en las colinas del pueblo? Los habitantes de la zona de Coal River Mountain se sirven de esta pregunta para detener el proyecto de minería a cielo abierto de extracción de carbón que convertiría las montañas y sus valles en un paisaje lunar.
Los números demuestran que utilizar las montañas para instalar aerogeneradores no sólo preserva la naturaleza del lugar, si no que reporta más beneficios a la economía local que las actividades mineras.
En las montañas Apalaches, en USA, la extracción del carbón escondido en vetas en el interior de las colinas se realiza de una manera especialmente agresiva.
En vez de cavar túneles, las colinas se arrasan hasta dejar al descubierto el carbón, y con la tierra que se extrae se rellenan los valles, dejando un paisaje dantesco y un gran impacto ambiental.
Para evitar que se proceda de la misma manera con una de las últimas zonas intactas en la zona de West Virginia, donde más de 2.
000 kilómetros cuadrados han sido arrasados así, algunas organizaciones como Coal River Mountain Watch han intentado plantear usos alternativos que no sean tan destructivos, como por ejemplo instalar un parque eólico en el paraje.
En esta campaña para salvar Coal River Mountain han elaborado un estudio que compara el impacto económico de los proyectos de minería de carbón y de un proyecto eólico de 440MW que podría instalarse en la zona, y la conclusión es que los aerogeneradores además de salvar el paisaje dejan 50 veces más riqueza para la comunidad, en forma de impuestos anuales, que si se opta por la dinamita y el carbón.
Además, el parque eólico puede estar allí siempre, la concesión minera duraría 17 años y luego no quedarían más que problemas.
Estos beneficios que la energía eólica genera para las comunidades locales no son nada nuevo, anteriormente hemos hablado del caso de España.
En el mismo estudio también mira qué pasa si se tienen en cuenta algunas “externalidades”, como los gastos sanitarios que la polución de aguas y del aire causan, teniendo en cuenta las experiencias previas, el saldo final que el carbón deja en la zona es de menos 600 millones de dólares (que la comunidad acaba poniendo de su bolsillo).
Un parque eólico no ve alterado su balance anual si se tienen en cuenta externalidades, al contrario, tiene como ventaja que el terreno puede seguir generando beneficios por turismo, recolección de plantas o cualquier otra actividad compatible.
Ya hemos visto antes que el carbón, pese a que sus defensores utilicen todo el marketing posible para cantar sus glorias, tiene grandes costes ambientales y sociales.
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