Los gobiernos locales piden más poder y autonomía para luchar contra el cambio climático.
Su voz ha sido unánime en esta demanda, con la que se cerró la cuarta Cumbre Mundial de Grandes Ciudades, celebrada esta semana en Sao Paulo, y en la que el foro C40, que agrupa a las mayores urbes del planeta, debatió contra el calentamiento global.
En vistas de lo poco que consiguen las negociaciones globales, se entiende el nerviosismo y desamparo municipal en la lucha contra el cambio climático.
”Las ciudades no están esperando a los grandes acuerdos, ya están trabajando”, dijo ayer el expresidente colombiano Andrés Pastrana.
Pero hay otra cosa, y es que las urbes producen el 80 por ciento de las emisiones de efecto invernadero, por lo que sus peticiones tienen mucho sentido.
Asismismo, pues en esta lucha toda ayuda es poca, se hizo un llamamiento a la acción para combatir el cambio climático.
En lo que toca a los municipios, Pastrana dijo que éstos son responsables de aplicar políticas para enfriar el planeta y que, por lo tanto, también deberían ser más escuchados en las negociaciones sobre el cambio climático.
Durante el encuentro, que se celebra cada dos años para incentivar la cooperación internacional y el desarrollo sostenible urbano, intervinieron numerosos alcaldes, quienes insistieron en que “el primer paso” es dar más competencias a los ayuntamientos, como el alcalde de la ciudad alemana de Heidelberg, Eckart Würzner o el de Sao Paulo, Gilberto Kassab.
Las declaraciones de la representante de Sidney, Clover Moore, fueron especialmente guerreras: Los ayuntamientos están trabajando contra el calentamiento del planeta, incluso si los Gobiernos no lo hacen.
El cambio climático es real y está ocurriendo a un ritmo rápido, por lo que, hoy por hoy, la acción es la única vía para detenerlo.
Los líderes nacionales no entienden todavía lo que estamos consiguiendo y si alguna vez lo hacen quizás sea demasiado tarde.
No tenemos mucho tiempo para reaccionar.
(Traducción libre)Vía
