No llegan a tiempo para amenizarnos el Mundial de Sudáfrica, pero estos revolucionarios cacahuetes podrían acompañar muy pronto a millones de refrescos y cervecitas por doquier.
Libres de los componentes que provocan la mayoría de las alergias, su comercialización podría transformar los hábitos alimenticios de muchísimas personas que no los toleran.
La biotecnología ha obrado el milagro, y lo ha hecho modificando estos frutos secos sin recurrir a la modificación genética.
Simplemente, se les ha eliminado un par de proteínas que eran las principales causantes del mayor número de alergias.
Actualmente, el invento todavía está en fase de laboratorio.
Investigadores de EE.
UU.
están cultivando este nuevo tipo de cacahuete no alergénico, y los primeros ensayos clínicos con personas han dado buenos resultados.
Si los experimentos tienen éxito, estos frutos secos podrán ser vendidos directamente en tiendas y utilizadas por los fabricantes de alimentos para hacer crema o fabricar aceite de cacahuete, además de reducirse los riesgos asociados a través de la contaminación de otros alimentos en las líneas de producción.
El riesgo de alegias se minimiza, pero no desaparece, explica el profesor Soheila Maleki, que trabaja en el proyecto desde el Departamento de Agricultura de EE.
UU.
Crear un cacahuete totalmente libre de alergias sería imposible, según Maleki, “porque el resto de las proteínas que producen alergia constituyen la mayor parte de la estructura del alimento”.
De todos modos, este nuevo cacahuete no sólo evita alergias, sino que si estas se producen, también reduce su gravedad.
Asimismo, también se tiene la esperanza de que podría crearse una vacuna contra la alergia a partir de este mismo principio.
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