Hace cosa de dos meses, el expresidente estadounidense Bill Clinton presentó una demanda en la organización que gestiona la viabilidad de los nombres de dominio y que juzga si infringen derechos de marca, autor, etc… (vamos, que se quejó por unos dominios con su nombre…).
Clinton argumentó pues eso, que se habían violado derechos de marca con su nombre por los siguientes dominios williamclinton.com, williamjclinton.com y presidentbillclinton.com. No sólo hacen referencia al expresidente… es que son dominios con su nombre completo. Así a priori, la sentencia para el tipo que registrara estos dominios parece clara… Clinton llevaría las de ganar de cajón.
Pues no, va a ser que no. Según la organización que se encarga de valorar si el/los dominio/s vulneran derechos estas direcciones tan sólo cumplen uno de los 3 requisitos necesarios para ello… que es, evidentenmente, el uso del propio nombre en el dominio. El segundo requisito sería que el nombre debería estar registrado como marca propia, algo que al parecer no es así… y el tercero pues eso, que deberían estar lucrándose con él… algo que tampoco están haciendo. Por lo tanto, los dominios se quedan donde están. La anécdota del caso (aparte del morbo de tener que ver con un expresidente de los EE.UU.) es que el demandado tan sólo quería demostrar lo fácil que es registrar dominios con nombres de personas famosas, especialmente vinculadas a organizaciones que deberían tener una mayor protección contra asuntos como éste, como es el caso ni más ni menos que del gobierno de EE.UU. Registró los dominios de Clinton para demostrar lo fácil que era y revindicar que estas personalidades deberían estar más protegidas contra este tipo de cuestiones y lo demandan. A eso lo llamo yo ironía. Vía
