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Review: Fragile Dreams -Farewell Ruins of the Moon-

Llevo mucho tiempo esperando a que llegue este momento, el día en que me haya terminado uno de los juegos que más deseaba de Wii y poder hacerle la review. Aunque ¡ay! no ha sido para nada como lo imaginé.

No estoy entusiasmada, ya no tengo ganas de darlo a conocer. Me duele decir esto, pero Fragile Dreams: Farewell Ruins of the Moon ha supuesto una pequeña decepción y, desde luego, ni es un imprescindible del catálogo ni es una joyita del videojuego.Antes que nada, quiero aclarar que este título de Namco Bandai, en contra de lo que muchos creen, no es un RPG.

Tiene algunos elementos roleros, pero en general tira más al survival horror, con sus sustos, ambientes oscuros y objetivo de supervivencia.Lo que nos ha gustadoEl diseño artístico. Sin duda, el punto fuerte del título es su dirección artística. Precioso, único y evocador. En general, tanto en los personajes como en los escenarios (aunque no todos). Por desgracia, este gran trabajo se verá maltratado en los modelados ingame, muy inferiores a lo que cabría esperar.PUBLICIDADPUBLICIDADLa jugabilidad. Pese a todos los fallos que pueda tener, cabe decir que el planteamiento del juego es divertido y despierta una intriga que nos invita a querer seguir avanzando. Algún que otro puzle y buena variedad de armas y objetos. Sin embargo, ¿es que hay algún juego de aventuras que no sea divertido? En este aspecto no innova nada, sólo sigue una fórmula que siempre ha sido efectiva y lo continúa siendo.La memoria de los objetos. Otro de los puntos característicos que lo hacen especial son los distintos objetos con memoria que iremos encontrando por el camino (un zapato, una taza, diarios, etc.) Todos ellos llevan plasmados una pequeña historia que podremos leer y escuchar cuando lleguemos a la hoguera -que es el punto de guardado/menú-, perteneciente a su ya desaparecido dueño.La banda sonora. De la mano de la compositora Riei Saito, autora también de la BSO de Baten Kaitos, encontraremos unas músicas delicadas y muy bonitas. El punto negativo va para quien tradujo al castellano la contraportada del juego, porque la tratan de hombre. En cuanto al doblaje/sonido, encontramos la posibilidad de elegir entre voces originales en japonés o el doblaje en inglés, el primero es excelente, el segundo dudo mucho que nadie lo vaya a escoger. Pero otra vez tenemos una cara mala, y es que hay algunas partes del juego en que no se nos muestran subtítulos de lo que se está diciendo (conversaciones por radio o voces de fondo), lo cual da un poco de rabia aunque no sean datos trascendentales.El uso del Wii-Mote. Cuidado, que no me estoy refiriendo al control del personaje, aspecto del que hablaré más tarde. El único buen uso que se le da al mando de Wii es en la función del altavoz que incorpora, ya que por ahí escucharemos a los enemigos o el maullido de los gatitos. Una característica bastante chula y que proporcionará algún que otro buen susto.Lo que no nos ha gustadoEl nivel gráfico. Tal como ya he dicho, todo el apartado ingame de Fragile deja bastante que desear. No es por meterle caña a la consola, que puede dar muchísimo más de sí y ya lo ha demostrado, sino que el juego no está realizado con suficiente esmero. Las animaciones son muy pobres y a los modelados les falta una inyección de polígonos. Hay un tramo concreto donde el juego sufre caídas de framerate sin haber nada especial que lo cause, lo cual denota una mala programación.El desarrollo. A cualquiera que nos explicaran “de qué va” la historia, pensaríamos que la trama tiene pinta de interesante. Así pues, el problema es el cómo se ha desarrollado esta idea de partida. El argumento va bien hasta que llegamos a poco más de la mitad del juego, cuando parece que da un giro total y comienza a torcerse de mala manera. No sólo la historia defraudará y perderá interés, sino que el mismo juego irá empeorando a pasos de gigante. De escenarios variados y con encanto pasaremos a interminables pasillos, escaleras eternas y puentes más largos que un día sin pan. Lo peor de todo es que no hay nada que ver ni hacer en ellos, simplemente mantener el stick hacia arriba y dejar que Seto avance. Un tostón. Esta forma de alargar el juego artificialmente hace que completarlo lleve unas 15 horas. El ortopédico control. A los malo gráficos se le suma algo bastante peor: un control que deja mucho que desear. No es que se haga injugable, pero en ocasiones lo maldeciremos.Su localización. A estas alturas ya está muy hablado todo el tema de que no haya sido traducido al español, así que no queda nada que explicar al respecto. Aunque el inglés que tiene no sea difícil de comprender, sigue siendo una molestia no poderlo disfrutar en nuestro idioma. Pero el maltrato no ha sido sólo para nosotros, la dejadez se hace patente también en los créditos (preciosos, eso sí) que ni siquiera se han molestado en traducir al idioma de Shakespeare.Leer más sobre Fragile Dreams: Farewell Ruins of the Moon

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