Este martes aterrizó la sonda China, Chang'e-5, a la Luna, marcando así la cuarta etapa del Programa de Exploración Lunar del país asiático.
El martes pasado, 23 de noviembre, China lanzó la sonda espacial Chang’e-5 a la Luna. Una semana después, la Administración Nacional del Espacio de China, ha confirmado que la sonda ha aterrizado en la superficie del astro con gran éxito.
La sonda, que se lanzó mediante el cohete portador Larga Marcha-5 desde la isla de Hainan, tiene como objetivo traer a la Tierra dos kilogramos de muestras de suelo y rocas lunares.
La sonda Chang’e-5, de China, llegó a la Luna
Este martes, primero de diciembre, aterrizó la sonda China, Chang’e-5, a la Luna, marcando así la cuarta etapa del Programa de Exploración Lunar del país asiático, que comenzó en el año 2003. Esta sonda consta de cuatro etapas, entre las que se incluye una diseñada para recoger muestras del satélite, desde aproximadamente dos metros debajo de la superficie. En caso de éxito, la misión Chang’e-5 convertirá a China en el tercer país que ha logrado recolectar muestras lunares, después de que décadas atrás lo hicieran EE.UU. y la URSS.
#BREAKING #China‘s Chang’e-5 successfully lands on moon https://t.co/fKuSDnfV0v
— CGTN (@CGTNOfficial) December 1, 2020
La misión del Chang’e-5
Según el subdirector del Centro de Exploración Lunar de la Administración Nacional del Espacio de China, Pei Zhaoyu, se esperan recolectar unos dos kilogramos de muestras que se aguarda que lleguen a la Tierra el 17 de diciembre. Además, una de los aspectos más importantes de esta misión es la zona en donde aterriza la sonda. Al aterrizar en la región de Oceanus Procellarum, también conocida como ‘Océano de tormentas’, está cerca de una formación volcánica llamada Mons Rümker, donde se encuentran alrededor de 20 volcanes rodeados por campos de lava joven de entre 1.200 y 1.500 millones de años.
De hecho, según la doctora Catherine Neish, de la Universidad de Western en Ontario, Canadá, las muestras recogidas en esta misión son especialmente importantes. «Estas serán las muestras volcánicas más jóvenes que se hayan devuelto de la Luna. Es una misión extremadamente emocionante». Es decir, las muestras que se obtengan allí pueden ayudar a responder preguntas como cuánto tiempo fue volcánicamente activo el interior de nuestro satélite natural y cuándo se disipó su campo magnético, entre otras.
