Aprende cómo la exposición al sol puede afectar tus ojos y qué medidas tomar para proteger tu visión durante el verano.

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El verano no solo nos regala días soleados y calor, sino que también trae consigo un aumento en la exposición a la radiación ultravioleta (UV), algo que puede ser perjudicial para nuestros ojos. ¿Te has fijado en cómo la mayoría de las personas se preocupan por proteger su piel, pero pocos prestan la misma atención a la salud ocular? La radiación UV no solo puede causar quemaduras en la piel, sino que también está relacionada con serias afecciones oculares, como cataratas prematuras y daños en la retina.
Por eso, es fundamental que tomemos medidas para cuidar nuestros ojos durante estos meses calurosos. ¡No esperes a que sea tarde!
La gravedad de la exposición a la radiación UV
La radiación UV se divide en tres tipos: UVA, UVB y UVC.
Pero solo los dos primeros llegan a la superficie de la Tierra y pueden afectar nuestra salud. Los rayos UVA, por ejemplo, pueden penetrar profundamente en la piel y los ojos, contribuyendo no solo al envejecimiento prematuro de la piel, sino también a la formación de cataratas. Por otro lado, los rayos UVB son los principales responsables de las quemaduras solares y también pueden causar daños directos en nuestros ojos.
El doctor Francisco Javier González García, jefe asociado del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos en Madrid, enfatiza un punto crucial: ¡Nunca mires directamente al sol, incluso si llevas gafas de sol! Esto se debe a que la dilatación de las pupilas puede permitir que una mayor cantidad de radiación UV llegue al fondo del ojo, lo cual puede ser incluso más dañino que no usar gafas. Por lo tanto, es vital optar por gafas de sol que cuenten con un filtrado homologado y que bloqueen el 100% de la radiación UV.
Recomendaciones para proteger tus ojos
Si usas lentes correctivas, ¡toma nota! Puedes optar por gafas de sol graduadas o añadir un suplemento de sol a tus gafas de ver. Así, aseguras tanto tu visión como la protección ocular. Además, no olvides que los niños son más sensibles a la radiación UV y también necesitan gafas de sol adecuadas para proteger sus pequeños ojos.
En verano, es común que los espacios cerrados se enfríen con aire acondicionado, lo que puede resecar los ojos más que la calefacción en invierno. La combinación de altas temperaturas y baja humedad ambiental aumenta el riesgo de sufrir síntomas de ojo seco, que pueden incluir picor, escozor y visión borrosa. Para mitigar estos efectos, el doctor González García sugiere mantener la temperatura del aire acondicionado entre 21-26ºC y evitar su uso continuo durante la noche. ¿Has pensado en cómo puedes ajustar esto en tu hogar?
Lecciones prácticas para una mejor salud ocular
La clave para mantener la salud ocular durante el verano está en la prevención. Usar lágrimas artificiales de manera regular puede ser un gran aliado contra la sequedad ocular, incluso si no sientes síntomas evidentes. Y si eres usuario de lentes de contacto, ten especial cuidado con la higiene y evita prolongar su uso más allá de lo recomendado. ¡Tus ojos te lo agradecerán!
En resumen, cuidar de nuestros ojos en verano es esencial para prevenir problemas a largo plazo. Adoptar medidas sencillas, como usar gafas de sol adecuadas, regular el aire acondicionado y mantener la hidratación ocular, puede marcar una gran diferencia en la salud de nuestra visión. La protección ocular no debe ser solo una preocupación en los días de playa; es un compromiso diario que debemos asumir para asegurar que nuestros ojos se mantengan sanos y en óptimas condiciones. ¿Estás listo para dar el primer paso hacia una mejor salud ocular?