Descubre cómo la romería de la Virgen de la Fuensanta une a la comunidad murciana en una celebración de fe y cultura.

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La Romería de la Virgen de la Fuensanta, que se celebra cada septiembre, se ha convertido en un hito en la vida de los murcianos. Este evento, que congrega a miles de personas, representa no solo la devoción hacia la patrona de la ciudad, sino también un fuerte sentido de identidad.
Cada año, en el día festivo local, la imagen de la Virgen realiza su camino desde la Catedral hasta el santuario en Algezares, un trayecto que simboliza la continuidad de una tradición que data de siglos atrás.
Un poco de historia: raíces de la celebración
La historia de la Romería de la Virgen de la Fuensanta se remonta a un episodio crítico en el siglo XVII. En 1694, la huerta murciana sufría una sequía extrema, lo que llevó a los habitantes a bajar la imagen de la Virgen a la ciudad en busca de lluvia. ¿Quién podría imaginar que este acto de fe sería recompensado poco después con precipitaciones? Este evento consolidó aún más la devoción hacia la Virgen. En 1731, fue proclamada como patrona de Murcia, relevando a la Virgen de la Arrixaca. Este cambio marcó el inicio de una relación simbiótica entre la ciudad y su patrona, que perdura hasta nuestros días.
A lo largo de los siglos, la devoción ha ido creciendo, con momentos significativos como la coronación canónica en 1927. Este evento no solo reafirmó la importancia de la Virgen en la vida de los murcianos, sino que estableció dos fechas clave en el calendario religioso: la bajada en Cuaresma y la romería de septiembre. Esta última coincide con la Feria de Murcia, convirtiéndose en uno de los eventos más esperados del año.
La celebración actual: fe y festividad
La jornada de la romería comienza con una misa en la Catedral. Tras la ceremonia, la Virgen emprende su recorrido de cinco kilómetros hacia el santuario. Durante este trayecto, miles de devotos acompañan la imagen entre cantos, flores y velones encendidos. La participación de autoridades, clérigos y diversas asociaciones añade solemnidad al evento. Mientras tanto, los murcianos se dispersan a lo largo de la ruta para vivir la experiencia de cerca.
Además de su significado religioso, la romería se ha convertido en una celebración popular. Es común ver a los murcianos ataviados con pañuelos y trajes típicos, organizando comidas campestres en las inmediaciones del santuario. Este ambiente festivo transforma el evento en una cita de convivencia colectiva, donde la cultura local se manifiesta en su máxima expresión. La romería no solo honra a la Virgen, sino que refuerza los lazos comunitarios y la identidad de la ciudad.
Reflexiones finales: tradición y continuidad
La Romería de la Virgen de la Fuensanta es un testimonio de la fe y la cultura popular que ha perdurado por más de tres siglos. Cada mes de septiembre, la ciudad de Murcia revive este acontecimiento que no solo celebra a su patrona, sino que reafirma la conexión de los murcianos con su historia. En un mundo donde las tradiciones pueden diluirse, este evento destaca como un recordatorio de la importancia de mantener vivas nuestras raíces y de celebrar juntos la diversidad y riqueza de nuestra cultura.