Explora las implicaciones de la decisión de la UE de suspender las preferencias comerciales con Israel, considerando los actuales problemas humanitarios en Gaza.

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El miércoles, la Comisión Europea anunció una medida significativa contra Israel en respuesta a sus acciones militares en Gaza y las violaciones de derechos humanos que se producen en el territorio palestino. Esta acción consiste en una propuesta para suspender ciertos elementos del acuerdo comercial de larga data entre la UE e Israel, vigente desde hace aproximadamente treinta años.
La decisión de la Comisión busca restablecer aranceles sobre los productos importados de Israel, que anteriormente habían disfrutado de un tratamiento preferencial en el mercado de la UE.
Con la situación humanitaria en Gaza deteriorándose, esta medida no pretende detener todo el comercio con Israel, sino eliminar el estatus preferencial, afectando particularmente a los productos agrícolas.
Según fuentes de la Comisión, este plan podría impactar exportaciones valoradas en aproximadamente 5.800 millones de euros, representando el 37% de las ventas totales de Israel a la UE, lo que llevaría a un aumento estimado de costos anuales de alrededor de 227 millones de euros para los exportadores israelíes.
Próximos pasos en la propuesta de la UE
La iniciativa, liderada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, será presentada ahora a los 27 Estados miembros de la UE. Para que se implemente oficialmente, se requiere la aprobación de una mayoría calificada entre estos países, aunque no se ha establecido un cronograma específico para alcanzar una decisión final.
António Costa, presidente del Consejo Europeo y crítico de las ofensivas israelíes en Gaza, expresó su apoyo a la propuesta. Aclaró que la intención no es castigar a la población israelí, sino señalar que Europa no puede consentir las acciones emprendidas por el gobierno israelí en Gaza y Cisjordania, que han sobrepasado el derecho legítimo de Israel a defenderse.
Fundamentos legales para la acción
La propuesta de la Comisión se basa en la determinación de que ciertas acciones del gobierno israelí violan elementos esenciales relacionados con los derechos humanos y los principios democráticos, que son aspectos fundamentales del acuerdo UE-Israel. Expertos dentro de la Comisión sostienen que esto otorga a la UE la autoridad para suspender unilateralmente el acuerdo. El comisionado europeo de Comercio, Maros Sefcovic, afirmó: “Lamentamos tener que tomar este paso, pero consideramos que es apropiado y proporcional dada la crisis humanitaria en Gaza.”
Bruselas ha centrado su atención en el rápido deterioro de la situación humanitaria en Gaza, causado por la ofensiva militar de Israel, el bloqueo de la ayuda humanitaria y la expansión de actividades de asentamientos en Cisjordania, que pone en riesgo la solución de dos Estados apoyada por la comunidad internacional.
Propuestas de sanciones contra funcionarios israelíes
Como parte de una estrategia más amplia para ejercer presión sobre Israel, Kaja Kallas, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, ha propuesto sanciones contra dos ministros israelíes, Bezalel Smotrich (Finanzas) e Itamar Ben Gvir (Seguridad Nacional), considerados extremistas. Las sanciones incluirían congelación de activos y prohibiciones de entrada al territorio de la UE, y también se extenderían a varios miembros de Hamas y a colonos israelíes violentos.
No obstante, la implementación de estas sanciones individuales requiere el consentimiento unánime de los Estados miembros, lo que hace que este aspecto de la propuesta sea especialmente complejo. Kallas enfatizó que la intención no es castigar a Israel, sino mejorar las condiciones humanitarias en Gaza.
Medidas presupuestarias inmediatas
Ante la creciente presión política y pública, la Comisión liderada por von der Leyen ha decidido tomar medidas inmediatas suspendiendo el apoyo bilateral a Israel. Esto implica la congelación de pagos y ciertos programas bilaterales destinados a apoyar a Israel, totalizando alrededor de 20 millones de euros, excluyendo programas de sociedad civil y conmemoración del Holocausto. Este paso preliminar no requiere respaldo de los 27 Estados miembros.
El núcleo de la propuesta de Bruselas sigue siendo la suspensión de partes del acuerdo comercial establecido en los años 90. La idea de esta medida fue sugerida por primera vez por España e Irlanda hace un año y medio en respuesta a las operaciones militares israelíes en Gaza, que han resultado en aproximadamente 65.000 muertes civiles. Los expertos de la Comisión estiman que el 37% del flujo comercial total con Israel disfruta de un tratamiento arancelario preferencial bajo el acuerdo existente.
Las ramificaciones políticas de las acciones de la UE
Con la situación humanitaria en Gaza deteriorándose, esta medida no pretende detener todo el comercio con Israel, sino eliminar el estatus preferencial, afectando particularmente a los productos agrícolas. Según fuentes de la Comisión, este plan podría impactar exportaciones valoradas en aproximadamente 5.800 millones de euros, representando el 37% de las ventas totales de Israel a la UE, lo que llevaría a un aumento estimado de costos anuales de alrededor de 227 millones de euros para los exportadores israelíes.0
Con la situación humanitaria en Gaza deteriorándose, esta medida no pretende detener todo el comercio con Israel, sino eliminar el estatus preferencial, afectando particularmente a los productos agrícolas. Según fuentes de la Comisión, este plan podría impactar exportaciones valoradas en aproximadamente 5.800 millones de euros, representando el 37% de las ventas totales de Israel a la UE, lo que llevaría a un aumento estimado de costos anuales de alrededor de 227 millones de euros para los exportadores israelíes.1
Con la situación humanitaria en Gaza deteriorándose, esta medida no pretende detener todo el comercio con Israel, sino eliminar el estatus preferencial, afectando particularmente a los productos agrícolas. Según fuentes de la Comisión, este plan podría impactar exportaciones valoradas en aproximadamente 5.800 millones de euros, representando el 37% de las ventas totales de Israel a la UE, lo que llevaría a un aumento estimado de costos anuales de alrededor de 227 millones de euros para los exportadores israelíes.2