María Corina Machado expresa sus emociones y el impacto significativo de haber sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

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En una reciente entrevista con EL PAÍS, María Corina Machado, destacada líder de la oposición venezolana, expresó su sorpresa y gratitud tras ser galardonada con el Premio Nobel de la Paz. Este reconocimiento, anunciado pocas horas antes por el comité noruego, sorprendió a Machado, quien ha estado viviendo en la clandestinidad durante más de un año debido al clima político en Venezuela.
Su respuesta emocional fue evidente mientras manejaba una avalancha de llamadas y mensajes, reflexionando sobre las implicaciones del premio para su país.
Durante la entrevista, que tuvo lugar en la tarde en Venezuela y en la noche en España, Machado destacó la ausencia de un mensaje de felicitación por parte del gobierno español.
También hizo referencia a las críticas del exvicepresidente español Pablo Iglesias, quien sugirió de manera controvertida que el Nobel podría haber sido otorgado póstumamente a figuras como Hitler. Machado enfatizó que los ataques que enfrenta a menudo reflejan el panorama político más amplio, donde las líneas entre el elogio y la condena pueden difuminarse significativamente.
La importancia del premio para Venezuela
Al ser preguntada sobre la relevancia de su victoria en medio de la crisis que enfrenta Venezuela, Machado manifestó su creencia de que este reconocimiento podría ser un impulso vital para los venezolanos. Afirmó que el país nunca ha estado más cerca de alcanzar la libertad que en la actualidad, a pesar de los numerosos desafíos que enfrenta. A lo largo de los años, los venezolanos han utilizado todos los caminos legales disponibles para salvaguardar sus libertades y reconstruir la democracia, especialmente después de que el régimen actual desmantelara instituciones esenciales.
La determinación de Machado brilla mientras relata las luchas del pueblo venezolano, que ha enfrentado violencia durante las protestas y el fraude electoral. Destacó la necesidad de unir fuerzas internas y externas contra un régimen caracterizado como criminal para facilitar una transición hacia la democracia. Este momento, según ella, marca un punto crítico para Venezuela, donde el potencial de cambio es palpable.
Responsabilidad emocional y gratitud
Al reflexionar sobre sus sentimientos respecto al premio, Machado lo describió como una pesada carga de responsabilidad, no solo hacia Venezuela, sino hacia el mundo. Siente una injusticia al pensar que su reconocimiento podría eclipsar los esfuerzos colectivos de millones que luchan por la libertad, especialmente considerando la situación de los prisioneros políticos y los millones que han huido del país. Para ella, este galardón simboliza un homenaje a los sacrificios de innumerables venezolanos en su búsqueda de libertad.
Compromiso con líderes internacionales
Machado ha expresado abiertamente su agradecimiento por el apoyo de figuras internacionales, incluyendo al ex presidente estadounidense Donald Trump, con quien tuvo una conversación reciente. Elogió la comprensión de Trump sobre la situación venezolana, apuntando a la transformación del régimen en un estado de narcotráfico en lugar de ser simplemente una dictadura convencional. Según ella, desmantelar esta red criminal es crucial para salvar vidas y restaurar la soberanía popular.
Desafíos y posibles caminos hacia la paz
Al cambiar la conversación hacia las maniobras militares cerca de las costas venezolanas, Machado articuló su opinión de que el régimen solo capitulará cuando se corten sus fuentes de financiación. Señaló las fuentes de financiamiento del régimen, incluyendo el tráfico de drogas y el comercio ilegal, que, según ella, están comenzando a disminuir. La perspectiva de Machado enfatiza la necesidad de una amenaza creíble para forzar la mano del régimen, afirmando que la verdadera libertad requiere resolución moral, espiritual y física.
Negociación y el futuro de Venezuela
Al discutir las perspectivas de negociación con el régimen, Machado subrayó su disposición a dialogar que conduzca a la justicia en Venezuela, enfatizando que no busca represalias. La base del movimiento chavista, señaló, ahora consiste en fuertes partidarios del cambio, conscientes de la naturaleza destructiva del régimen. Su objetivo final es ver a los venezolanos regresar a casa, ya que muchos han buscado refugio en el extranjero en medio de la agitación.
Al concluir sus pensamientos, Machado reiteró la necesidad de transparencia en cualquier proceso de negociación, afirmando su compromiso de priorizar las necesidades y deseos del pueblo por justicia. Ella cree que el camino hacia una transición pacífica es alcanzable, siempre que se tomen las acciones adecuadas para facilitarlo. Con el peso de su premio detrás de ella, Machado se mantiene firme en su misión de llevar a Venezuela hacia un futuro más brillante.