La obra "Se Acabó la Fiesta" de Alvise Pérez se presenta como un desafío a la élite política durante un evento crucial en Vistalegre.

Temas cubiertos
En un importante encuentro político en Vistalegre, Alvise Pérez ha presentado su visión para Se Acabó la Fiesta (SALF), un nuevo partido que busca alterar el orden político actual en España. Con un mensaje que resuena con la desilusión de muchos votantes, Pérez aspira a captar apoyos de diversos orígenes políticos, posicionando su partido como una alternativa viable a las formaciones tradicionales.
Marcando el tono contra las élites políticas
Durante el mitin, Pérez enfatizó su rechazo a la clase política establecida, evocando un sentimiento que ha cobrado fuerza en los últimos años. Al trazar paralelismos con los inicios de Podemos, que también se alzó contra la élite tradicional, Pérez afirmó: «Ni rojos ni azules, solo españoles contra el sistema.» Esta retórica busca consolidar una base que se siente ignorada por el panorama político actual.
En una multitud de cerca de 7,000 personas, Pérez expuso una serie de políticas dirigidas a abordar problemas urgentes como la inmigración y la fiscalidad. Coincidió con sentimientos propios de otras facciones de extrema derecha, demandando medidas estrictas contra la inmigración ilegal, que incluyen deportaciones masivas y la redistribución de fondos habitualmente destinados a la ayuda internacional para enfrentar estos problemas a nivel nacional.
Desafiando el statu quo
El enfoque de Alvise busca diferenciar a su partido de Vox, al que acusa de haberse integrado en el marco político establecido. Asegura que tanto Vox como Podemos han fracasado en cumplir sus promesas, siendo Vox actualmente percibido como un componente de la partitocracia que antes criticaban. Al presentar a SALF como un partido verdaderamente antisistema, Alvise espera aprovechar la frustración de los votantes que se sienten traicionados por sus representantes.
Una visión audaz para el futuro
Pérez también presentó el concepto de un posible Spexit, sugiriendo que España debería considerar abandonar la Unión Europea si esta sigue socavando la soberanía nacional. Criticó a la UE por sus deficiencias percibidas y propuso que el futuro de la membresía de España se decida mediante un referéndum público. Esta postura resuena entre aquellos que son cautelosos respecto al globalismo y sus implicaciones para la autonomía de España.
Además de la inmigración y las relaciones con la Unión Europea, Pérez abordó el tema de la criminalidad y el castigo. Propuso la construcción de un sistema penitenciario a gran escala, inspirado en el modelo de Nayib Bukele en El Salvador. Argumentó que las instalaciones actuales son insuficientes y que los reclusos gozan de mejores condiciones que algunos ciudadanos. Manifestó: «Es una inmoralidad que los contribuyentes financien 30,000 euros anuales por cada interno, mientras ellos viven en instalaciones con comodidades que los españoles comunes no pueden permitirse». Esta propuesta polémica busca captar el apoyo de quienes priorizan la ley y el orden.
Integridad y transparencia electoral
Alvise abordó el polémico tema del fraude electoral, afirmando que irregularidades han empañado elecciones pasadas, especialmente en lo que respecta a la votación por correo. Su partido tiene la intención de implementar un sistema de monitoreo de votos de manera independiente, con el objetivo de restaurar la confianza en el proceso electoral. Este enfoque en la transparencia busca asegurar a los posibles votantes que SALF está comprometido con la lucha contra la corrupción dentro del sistema político.
El carisma del liderazgo de Pérez
El mitin destacó el carisma del liderazgo de Pérez, un aspecto crucial de su atractivo. A diferencia de los líderes de otros partidos de derecha, Alvise se presenta como un defensor del pueblo, posicionando a SALF como un movimiento que realmente representa sus intereses. Los seguidores elogiaron su valentía al enfrentar a la élite política y subrayaron su visión única para el futuro de España.
Aunque el evento en Vistalegre no reunió a tantos asistentes como otras manifestaciones de Vox, representó un paso significativo para SALF en la construcción de su identidad. La atmósfera estaba cargada, con partidarios que exhibían orgullosamente banderas españolas y manifestaban su descontento con la administración actual. Mientras Pérez hacía un llamado a la unidad contra un sistema corrupto, instó a los asistentes a mantenerse alerta y comprometidos con el proceso político.
Alvise Pérez inicia su trayectoria política con un desafío claro: el éxito de SALF dependerá de su capacidad para conectar con votantes desilusionados por los partidos tradicionales. Con una plataforma que cuestiona el statu quo, Pérez busca establecer un espacio significativo en el panorama político español, con el potencial de redefinir el futuro del gobierno en el país.