Koldo García queda en libertad tras fallo judicial, a pesar de las graves acusaciones en su contra.

Temas cubiertos
En un fallo notable, el juez ha determinado que el riesgo de fuga no cumple con el umbral necesario para justificar la prisión de Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos. Esta decisión se produce tras la comparecencia de García ante el Tribunal Supremo, donde portaba una mochila roja y negra, lo que suscitó preguntas de los reporteros sobre si estaba preparado para una posible sentencia de prisión.
A pesar de la gravedad de las acusaciones en su contra, el juez concluyó que la posibilidad de que García huyera no era lo suficientemente sustancial como para justificar su detención preventiva. Este momento marca un punto significativo en un caso que sigue desarrollándose, con implicaciones tanto para el acusado como para el panorama político más amplio.
Detalles de los procedimientos judiciales
Esta comparecencia fue la cuarta de García ante el magistrado Leopoldo Puente. Ejerció su derecho a permanecer en silencio y optó por no responder a las preguntas tanto del juez como de las partes contrarias. Su equipo legal, liderado por Leticia de la Hoz, argumentó que se les había negado el acceso a dispositivos electrónicos confiscados por la Guardia Civil durante un registro en el hogar de García. Buscaron la devolución de este material tanto en la Audiencia Nacional como en el Tribunal Supremo, pero sus solicitudes fueron denegadas, ya que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continúa analizando los datos.
Acusaciones de mala conducta
Durante los procedimientos, quedó claro que la fiscalía, representada por Alejandro Luzón, criticó a García por ser vocal en los medios mientras mantenía silencio en el tribunal. Luzón señaló la disparidad, observando que García habla públicamente por desesperación debido al sentimiento negativo que lo rodea, que incluye acusaciones de violencia de género. El juez intervino, aclarando que tales asuntos eran irrelevantes para los procedimientos actuales.
Tras la decisión de no obligar a García a testificar, el juez revisó las medidas cautelares impuestas sobre él en diciembre de 2024. Estas incluían la entrega de su pasaporte, una prohibición de viajar fuera de España y comparecencias obligatorias quincenales en el Tribunal Supremo. La fiscalía optó por no solicitar la prisión preventiva para García, manteniendo que las medidas actuales eran adecuadas para abordar cualquier riesgo de fuga.
Implicaciones de las acusaciones
Según los últimos hallazgos de la UCO, García ha sido identificado como la persona que gestiona las transacciones financieras del exministro de Transportes, Ábalos. El informe sugiere que García y su esposa, Patricia Úriz, cubrieron diversos gastos que van desde viajes hasta regalos, sin evidencia que indique que estos costos fueron reembolsados por Ábalos. Esto genera preocupaciones sobre posibles irregularidades financieras y complicidad en los delitos alegados.
Evaluación legal y perspectivas futuras
Aunque el fiscal reconoció que el nuevo informe intensificaba las implicaciones de actividad delictiva atribuidas a García y señalaba un creciente riesgo de fuga, aseguró que este riesgo aún podría ser mitigado por las medidas cautelares existentes. El juez coincidió, señalando que García ha cumplido con las condiciones estipuladas desde febrero de 2024 y ha comparecido a todas las sesiones judiciales requeridas.
No obstante, el juez no pasó por alto la gravedad de las acusaciones contra García, que incluyen posibles cargos por delito organizado, tráfico de influencias, soborno y posiblemente malversación de fondos públicos. Las pruebas recientes de la Guardia Civil han reforzado la noción de que la implicación de García en estas actividades no solo es persistente, sino que parece estar bien fundamentada.
Entre las pruebas clave presentadas se encontraban grabaciones supuestamente realizadas por el propio García, que sugieren colusión con Ábalos para manipular la adjudicación de contratos públicos a cambio de recompensas financieras. Además, se informa que García realizó depósitos en efectivo sustanciales, supuestamente vinculados a sus actividades ilícitas, mientras manejaba regularmente pagos para Ábalos, incluidos pensiones alimenticias, ingresos no contabilizados y regalos para conocidos de Ábalos.
A medida que este caso avanza, las implicaciones para García y las figuras políticas involucradas siguen siendo significativas, planteando interrogantes sobre la responsabilidad y la transparencia dentro del gobierno.