La grasa abdominal no solo impacta tu estética, sino que también indica posibles problemas metabólicos. Es fundamental abordar este tema para mejorar tu salud general y prevenir complicaciones futuras.

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La grasa acumulada en la zona abdominal va más allá de un simple problema estético. Su presencia puede ser un indicador clave de desequilibrios metabólicos en el organismo. La Dra. Isabel Belaustegui, experta en nutrición y medicina integrativa, señala que esta acumulación está íntimamente relacionada con niveles elevados de insulina y hábitos de vida poco saludables.
En su intervención en el pódcast ‘A lo Grande’, Belaustegui destaca que la grasa abdominal es consecuencia de una hiperproducción de insulina, que a menudo se desencadena por el consumo excesivo de alimentos con alto índice glucémico y un estilo de vida sedentario.
Este fenómeno no solo contribuye al aumento de peso, sino que también impacta negativamente en el metabolismo general del cuerpo.
La grasa abdominal: un tejido activo
La Dra. Belaustegui explica que la grasa que se almacena en el abdomen no es un simple depósito inerte; es un tejido activo que influye en la salud de manera significativa. Este tipo de grasa libera citoquinas proinflamatorias, moléculas que fomentan la inflamación en el cuerpo. Este proceso inflamatorio es crucial, ya que se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La complejidad del exceso de peso
La Dra. Belaustegui aclara que no existe una única causa detrás del exceso de peso. Hay múltiples factores que influyen en cada individuo. Por ello, seguir dietas o hábitos que parecen funcionar para otros puede resultar ineficaz y contraproducente. Adoptar el enfoque de otra persona sin considerar las necesidades personales puede llevar a malgastar energía y generar frustración.
Elegir el combustible adecuado para el cuerpo
El primer paso hacia la recuperación del equilibrio metabólico, según la experta, es aprender a seleccionar el combustible adecuado. Belaustegui sugiere que una dieta natural, rica en variedad de colores y alimentos reales, es esencial para la salud. Además, es fundamental evitar los productos ultraprocesados, que comúnmente se encuentran en envases de plástico, así como el azúcar, el trigo y los edulcorantes artificiales.
Por el contrario, la nutricionista aconseja el consumo de aceites vegetales en su estado más puro, como el aceite de oliva virgen extra, el aceite de girasol virgen y el aceite de coco. Estos aceites son considerados alimentos nutritivos. Sin embargo, al procesarse, pueden convertirse en sustancias perjudiciales para el metabolismo.
Prevención de la inflamación interna
Belaustegui concluye que es crucial cuidar la alimentación para prevenir la inflamación interna, que puede dar lugar a diversos trastornos metabólicos. La acumulación de grasa abdominal no solo se relaciona con riesgos de salud, sino que también puede dificultar la pérdida de peso, ya que el cuerpo se adapta a un suministro constante de energía proveniente de la glucosa.
Flexibilidad metabólica y sus beneficios
Un concepto clave que ha ganado atención en el ámbito de la salud es la flexibilidad metabólica. Esta capacidad permite al cuerpo alternar eficientemente entre diferentes fuentes de energía, como la glucosa y las grasas, según las necesidades. La Dra. Belaustegui compara el cuerpo a un vehículo híbrido, que puede funcionar con diferentes combustibles.
Cuando una persona presenta buena flexibilidad metabólica, puede adaptarse fácilmente y utilizar el combustible adecuado en cada momento. Por ejemplo, después de una comida, el cuerpo recurre a la glucosa, mientras que en períodos de ayuno o ejercicio ligero, cambia a la quema de grasa. Esta adaptabilidad no solo proporciona energía estable, sino que también permite reducir la frecuencia de las comidas sin experimentar hambre.
Por otro lado, quienes tienen una mala flexibilidad metabólica se asemejan a un automóvil que depende exclusivamente de la gasolina. Esto puede provocar síntomas de fatiga, hambre intensa y dificultades de concentración. La nutricionista advierte que una dieta basada en glucosa puede contribuir a una sociedad sedentaria y estresada, perjudicando la salud metabólica.
En su intervención en el pódcast ‘A lo Grande’, Belaustegui destaca que la grasa abdominal es consecuencia de una hiperproducción de insulina, que a menudo se desencadena por el consumo excesivo de alimentos con alto índice glucémico y un estilo de vida sedentario. Este fenómeno no solo contribuye al aumento de peso, sino que también impacta negativamente en el metabolismo general del cuerpo.0




