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Un año después de la dana: un análisis de las víctimas y los errores de alerta

Un repaso a la devastadora dana que dejó 229 víctimas mortales en España.

El 29 de octubre de, España fue sacudida por uno de los desastres naturales más devastadores del siglo. La tormenta conocida como la dana (Depresión Aislada en Niveles Altos) cobró la vida de 229 personas en diversas localidades, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva del país.

Este artículo busca reconstruir el trágico evento a través de un análisis detallado de la cronología de los hechos, las circunstancias de las muertes y la respuesta de las autoridades.

A medida que avanzamos en la narrativa, es fundamental abordar la pregunta que muchos se hacen: ¿pudieron haberse evitado estas muertes? La respuesta parece ser compleja, ya que las alertas de emergencia no llegaron a tiempo para salvar a muchas de las víctimas.

Cuando se emitió la primera alerta a las 20:11, ya se habían registrado al menos 156 muertes y 37 personas se encontraban en estado crítico.

Cronología de los eventos

La tragedia comenzó a manifestarse en las horas de la mañana. A las 6:00 AM, Utiel, un municipio cercano, ya experimentaba lluvias intensas. El alcalde, Ricardo Gabaldón, tomó la decisión de cancelar las clases en las escuelas locales, una medida que, según sus cálculos, pudo haber salvado alrededor de 800 vidas. Sin embargo, a las 7:35 AM, la situación se tornaba crítica cuando un camionero dejó de responder después de quedar atrapado en su vehículo. Su camión fue encontrado vacío más tarde, marcando la primera víctima mortal de este desastre.

La inacción de las autoridades

Mientras las primeras muertes ocurrían, los funcionarios del gobierno valenciano se reunían sin tomar decisiones contundentes. A las 12:20 PM, la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, estaba consciente de la gravedad de la situación, pero rechazó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias en dos ocasiones. Esto resultó en una serie de muertes que podrían haberse evitado.

La situación se intensificó alrededor de las 2:00 PM, cuando el cauce del río Magro comenzó a desbordarse. Las casas cercanas al río se inundaron, y seis vecinos perdieron la vida en sus hogares sin posibilidad de rescate. En este punto, la falta de acción de las autoridades se hacía evidente, ya que las alertas hidrológicas ya estaban en marcha.

El impacto de la dana y el desbordamiento

A medida que la tarde avanzaba, la situación se volvió crítica. Las muertes se registraron en una variedad de escenarios, desde casas hasta vehículos en las carreteras. Entre 18:00 y 19:00, la mayoría de las víctimas se encontraban en sus hogares, ya que el agua inundaba los bajos de los edificios. En la peor hora, entre las 19:00 y 20:00, se contabilizaron 82 muertes, en su mayoría en residencias y garajes.

Un análisis de las víctimas

Un año después de esta tragedia, un equipo de periodistas ha recopilado datos de los informes y testimonios familiares para trazar un perfil de cada víctima. La información revela que, al menos, 193 de las 229 muertes se produjeron debido al desbordamiento de barrancos, siendo el Barranco del Poyo el más letal. Mientras tanto, la respuesta de las autoridades continuaba siendo cuestionada, ya que muchos no recibieron la alerta a tiempo.

La falta de preparación ante desastres naturales se evidenció en el colapso de las comunicaciones. El servicio de emergencias recibió más de 11,899 llamadas para la hora de la alerta, pero la reacción fue tardía. La mayoría de las víctimas eran residentes que intentaban regresar a casa después de un largo día de trabajo, atrapados en un tráfico que se convirtió en mortal.

Lecciones aprendidas

La tragedia de la dana no solo dejó un saldo de vidas perdidas, sino que también sacó a la luz la necesidad de un mejor sistema de alerta y respuesta ante emergencias. Las autoridades deben aprender de este evento para implementar medidas que garanticen la seguridad de los ciudadanos en situaciones similares en el futuro.

En resumen, la devastación causada por la dana en octubre de nos recuerda la fragilidad de la vida ante la fuerza de la naturaleza y la importancia de una respuesta efectiva y oportuna por parte de las autoridades. La memoria de las víctimas debe ser un motor para el cambio y la prevención de futuras catástrofes.


Contacto:
Giulia Romano

Gestionó presupuestos publicitarios por millones de euros en Google. Ahora comparte estrategias de marketing digital.

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