Los disturbios en Pamplona evidencian la creciente tensión política relacionada con el activista Vito Quiles.

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La ciudad de Pamplona se convirtió en un escenario de intensos enfrentamientos el pasado jueves, tras la cancelación del acto programado por el activista Vito Quiles en el campus de la Universidad de Navarra. La decisión de suspender el evento no solo interrumpió actividades académicas, sino que también desató disturbios que involucraron a grupos de jóvenes en oposición a las ideas de Quiles.
La Universidad, anticipando la llegada de Quiles, cerró sus puertas y suspendió clases desde las 15:00 horas. Esta medida se tomó en un contexto de creciente tensión, ante el temor de que su presencia atrajera a manifestantes radicales.
La respuesta de las autoridades y la reacción de los estudiantes
Ante la noticia de que Quiles se presentaría en el campus, la Delegación del Gobierno en Navarra emitió un comunicado señalando que era falso que la Policía Nacional no pudiera garantizar la seguridad del evento. Sin embargo, el clima de inestabilidad llevó a la universidad a adoptar medidas preventivas para salvaguardar a sus estudiantes y personal.
Los disturbios en el campus
A pesar de la cancelación, un grupo de aproximadamente cincuenta manifestantes se opuso a Quiles. Estos jóvenes, en su mayoría vinculados a movimientos de izquierda, comenzaron a agitar consignas contra el activista, lo que pronto se transformó en un tumulto. Los enfrentamientos se intensificaron, con algunos manifestantes lanzando objetos y utilizando bengalas, lo que provocó la intervención de la policía antidisturbios.
Los agentes de seguridad formaron un cordón para separar a los dos grupos. A medida que la situación se volvía más tensa, algunos jóvenes se trasladaron a las calles cercanas, donde continuaron las hostilidades, volcando contenedores y provocando daños en la propiedad pública.
Las declaraciones de Vito Quiles y la controversia sobre la seguridad
Vito Quiles, en un intento de justificar la suspensión de su acto, alegó que la policía había advertido sobre la posibilidad de violencia por parte de grupos proetarras. En un mensaje compartido en redes sociales, afirmó que la policía había confiscado cuchillos de manifestantes que se dirigían a su evento. Sin embargo, estas afirmaciones fueron rápidamente desmentidas por la Delegación del Gobierno, que calificó sus declaraciones como engañosas.
La postura de la Universidad
La Universidad de Navarra, a través de su rectora, María Iraburu, emitió un comunicado definiendo el campus como un lugar de diálogo y respeto. En su mensaje, condenó la polarización actual y la manipulación de ideas, subrayando que la universidad no era el lugar adecuado para eventos que pudieran incitar a la violencia.
La rectora enfatizó la importancia de mantener un ambiente de convivencia pacífica, en un momento en que las tensiones políticas en España se han intensificado, especialmente en relación con la figura de Quiles, un activista conocido por sus opiniones controvertidas.
Al final de la jornada, la situación en Pamplona continuaba siendo tensa, con la policía manteniendo el control sobre las calles y los grupos de manifestantes dispersándose. Aunque se reportaron al menos dos detenciones, las autoridades trabajaban para restablecer el orden y evitar que los disturbios se extendieran aún más.




