Comprende cómo la obesidad es clasificada como una enfermedad y los desafíos sociales que enfrentan los pacientes en su tratamiento.

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La obesidad ha sido un tema de discusión recurrente en los últimos años, especialmente con la aparición de campañas publicitarias que han generado controversia. Una de estas campañas, promovida por la farmacéutica Novo Nordisk, ha suscitado un debate público debido a su mensaje contundente: “la obesidad puede matar”.
Este tipo de afirmaciones ha sido considerado por muchos como un estigma que refuerza la culpa que sienten quienes padecen esta condición.
En medio de estos debates, la doctora Irene Bretón, endocrinóloga y coordinadora del área de obesidad en la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, ha subrayado que la obesidad no es simplemente un problema de falta de voluntad, sino una enfermedad compleja que requiere atención y recursos adecuados.
Desigualdades en el acceso a tratamientos
Bretón ha manifestado que existen desigualdades significativas en el acceso a tratamientos eficaces, como la cirugía bariátrica, que puede aumentar la esperanza de vida de los pacientes en hasta siete años. Sin embargo, las listas de espera en algunas comunidades pueden alcanzar los tres años, lo que plantea un desafío grave para quienes buscan ayuda. Esta situación resalta una inequidad notable en el sistema de salud.
Factores que agravan la obesidad
La endocrinóloga también ha añadido que la obesidad está influenciada por factores genéticos y ambientales, tales como el estrés y el sedentarismo. Además, la prevalencia de alimentos ultraprocesados ha exacerbado el problema, creando un ciclo difícil de romper. La obesidad está relacionada con más de 200 patologías, incluidas enfermedades cardiovasculares, hepáticas y metabólicas, lo que la convierte en un tema de gran preocupación sanitaria.
El estigma y su impacto en la salud
La doctora Bretón ha hecho hincapié en la necesidad de eliminar el estigma que enfrentan las personas con obesidad, quienes a menudo son vistas como responsables de su propio estado. “Merecen respeto”, afirmó, señalando que este tipo de discriminación puede incluso darse dentro del ámbito sanitario. Además, aunque se promueve la idea de que todos los cuerpos son válidos, es crucial reconocer que no todos son saludables.
Limitaciones del Índice de Masa Corporal (IMC)
Un aspecto debatido por Bretón es la dependencia del Índice de Masa Corporal (IMC) como único parámetro para diagnosticar la obesidad. Ella sostiene que el diagnóstico debe considerar no solo el peso, sino la distribución de la grasa corporal, en particular la grasa visceral, que puede ser más peligrosa para la salud. Esto señala la necesidad de una evaluación más completa y matizada.
El uso responsable de medicamentos y la necesidad de cambios estructurales
Otra preocupación que ha emergido es el uso indebido de fármacos como los agonistas de GLP-1, que se emplean para tratar la obesidad. Bretón advierte que el consumo sin supervisión médica puede conllevar riesgos serios. A su juicio, es irreal pensar que se puede eliminar la obesidad en una sociedad que promueve el sedentarismo y una alimentación poco saludable.
Para enfrentar esta crisis, la especialista aboga por un enfoque integral que incluya la promoción de hábitos saludables, un descanso adecuado y políticas públicas que favorezcan la equidad sanitaria. “La obesidad no se combate culpando a quienes la padecen, sino transformando el entorno que la propicia”, concluyó.




