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Claves para mejorar el descanso infantil: la importancia de la iluminación adecuada

Comprender la conexión entre la luz y el sueño infantil es fundamental para promover un desarrollo saludable en los niños.

El descanso es esencial en la infancia, ya que no solo afecta el desarrollo físico, sino también el emocional. La calidad del sueño de los más pequeños está íntimamente relacionada con la iluminación a la que están expuestos. Así lo indica el doctor Gonzalo Pin Arboledas, pediatra especializado en medicina del sueño en España.

A continuación, exploraremos cómo la luz influye en el sueño de los niños y qué estrategias se pueden implementar para optimizar su descanso.

El impacto de la luz natural en el sueño infantil

Es fundamental que los niños tengan acceso a la luz natural durante el día, especialmente en las primeras horas.

Según Pin, “una mayor exposición a la luz natural, sobre todo en la mañana, es crucial para mejorar la calidad del sueño nocturno”. Esto se debe a que la luz del día ayuda al cerebro a regular la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Así, el ciclo de luz y oscuridad se convierte en un aliado en la rutina de descanso de los niños.

Consejos para la exposición a la luz durante el día

Para maximizar los beneficios de la luz natural, es recomendable que los niños jueguen al aire libre y realicen actividades en ambientes bien iluminados. Esto no solo fomenta un sueño reparador, sino que también contribuye a un estado de ánimo más positivo durante el día. La luz natural actúa como un regulador biológico que puede mejorar el bienestar general del niño.

Iluminación adecuada para la hora de dormir

Una vez que cae la noche, la situación cambia. Entre los 18 meses y los seis años, los expertos sugieren que los niños duerman en completa oscuridad. Sin embargo, si experimentan miedos nocturnos, se pueden utilizar luces cálidas de baja intensidad. Estas deben ubicarse lejos de la cama y dirigirse hacia la pared, para que el reflejo no sea perturbador. Con el tiempo, se recomienda disminuir gradualmente la intensidad de la luz hasta eliminarla por completo.

Colores y ambiente del dormitorio

El color de las paredes también puede tener un efecto significativo en la calidad del sueño. Tonos como el azul son conocidos por facilitar la conciliación del sueño, mientras que el verde es ideal para niños más inquietos. En habitaciones pequeñas, el uso del blanco puede generar una sensación de amplitud y tranquilidad. Pin enfatiza que el entorno debe ser propicio para la relajación y la serenidad.

Efectos de la luz artificial y tecnologías en el sueño

El pediatra también advierte sobre la sensibilidad de los niños a las luces brillantes, que pueden afectar su capacidad para dormir. La exposición a la luz azul y blanca, proveniente de dispositivos electrónicos o lámparas frías, debe evitarse al menos una hora antes de dormir. En su lugar, se sugiere el uso de luces rojas o ámbar, que no interfieren con la producción de melatonina y promueven un ambiente más relajante.

Desconexión de dispositivos tecnológicos

Otro aspecto a considerar es la eliminación de dispositivos electrónicos visibles en la habitación, como televisores, tablets y relojes digitales. La sola presencia de estos objetos puede alterar el sueño, incluso si no están en uso. Por lo tanto, es esencial crear un espacio de descanso libre de tecnología.

Para optimizar el descanso infantil, es recomendable seguir una rutina de iluminación que comience a reducir la intensidad de las luces en el hogar unas dos horas antes de acostarse. Una hora antes de dormir, solo deberían permanecer luces cálidas y tenues, y durante el sueño, es ideal contar con oscuridad total o una luz roja muy suave. “El objetivo es que el niño se sienta seguro y cómodo sin comprometer su descanso”, concluye el especialista.


Contacto:
Elena Marchetti

Ex chef estrella Michelin, cerró su restaurante para dedicarse al food writing. Combina técnica culinaria y storytelling.

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