El presidente de Estados Unidos ha presentado un ultimátum a Ucrania que podría transformar el curso del conflicto con Rusia.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha realizado un llamado urgente al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, para que evalúe un plan de paz de 28 puntos. Este plan podría transformar las relaciones entre Ucrania y Rusia. Trump ha fijado un ultimátum para el próximo jueves, coincidiendo con el Día de Acción de Gracias, lo que subraya la importancia de este momento para la toma de decisiones de Zelenski.
La propuesta, elaborada de manera secreta entre Washington y el Kremlin, incluye condiciones que han suscitado controversia. Uno de los aspectos más llamativos es la renuncia de Ucrania a gran parte de la región del Donbass, donde actualmente controla solo un 12% del territorio, además de una reducción significativa de sus fuerzas armadas.
El dilema de Ucrania ante el ultimátum
Zelenski se enfrenta a un dilema complicado: aceptar esta propuesta y arriesgarse a perder territorio y garantías de seguridad, o rechazarla y enfrentar consecuencias potencialmente graves. En una reciente alocución, advirtió sobre un invierno que podría ser extremadamente duro, caracterizado por la falta de dignidad y justicia si no se alcanza un acuerdo.
Consultas con aliados europeos
Con el fin de evaluar sus opciones, Zelenski ha contactado a líderes europeos de naciones como Francia, Alemania y el Reino Unido, además del secretario general de la OTAN. Sin embargo, ha sido criticado por estar excluido de un proceso que afecta directamente su seguridad. Zelenski sostiene que cualquier acuerdo de paz debe considerar la situación actual en el terreno, punto que ha sido desestimado en las negociaciones.
Detalles del plan de paz
De acuerdo con informes, el plan de paz propuesto por Estados Unidos y Rusia incluye un acuerdo de no agresión que no solo abarcaría a Ucrania, sino también a Europa en general. Este acuerdo implicaría que Rusia se compromete a no invadir más países vecinos, mientras que se discutiría la expansión de la OTAN. A pesar de que se menciona la posibilidad de garantías de seguridad para Ucrania, estas no están claramente definidas, generando aún más incertidumbre.
Concesiones territoriales y militares
Uno de los puntos más controvertidos del plan es el reconocimiento de Crimea y otras áreas del Donbass como territorios rusos de facto. Esta condición ha sido considerada como una validación de las acciones de Rusia desde la invasión hace tres años y medio. Además, el plan contempla que el ejército ucraniano se limite a 600,000 soldados, lo que podría dejar al país vulnerable ante futuras agresiones.
Por su parte, la administración de Trump ha dejado claro que la ayuda militar de Estados Unidos, que ha superado los 65,000 millones de dólares, podría verse comprometida si Ucrania no acepta el plan. Esta amenaza coloca a Zelenski en una situación precaria, donde debe sopesar la pérdida de apoyo crucial frente a la posible pérdida de su soberanía.
Reacciones desde Moscú
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado que el plan podría servir como base para un acuerdo de paz, aunque subrayó la necesidad de un análisis exhaustivo antes de tomar cualquier decisión. A pesar de haber negociado los términos directamente, Putin ha tratado de distanciarse de la autoría del acuerdo, posiblemente para mantener cierta flexibilidad.
En este contexto, la relación entre Trump y Putin ha captado la atención. Tras una llamada entre ambos líderes, se había programado una reunión que fue cancelada por Trump, quien argumentó que el Kremlin no mostraba un interés genuino en la paz. Sin embargo, gracias a la mediación de Witkoff, las discusiones han continuado, aunque con un enfoque que muchos consideran un ultimátum para la rendición de Ucrania.




