Los sindicatos demandan un aumento sustancial en el salario mínimo interprofesional para el próximo año.

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Los sindicatos españoles, representados por CCOO y UGT, han presentado sus demandas para el salario mínimo interprofesional (SMI) del año 2025. Su propuesta es clara: un aumento del 7,5%, llevando el salario mensual hasta 1.273 euros brutos, lo que equivaldría a 17.822 euros anuales.
Este incremento mensual se traduce en 89 euros adicionales para los trabajadores. Un porcentaje que, aunque elevado, se justifica por las condiciones económicas actuales.
Aspectos clave de la propuesta
Los sindicatos argumentan que el porcentaje de aumento del 7,5% responde a la necesidad de que el salario ya esté sujeto a tributación del IRPF.
Esta situación ha generado controversia, especialmente en el contexto de las discusiones entre los ministerios de Trabajo y Hacienda. Sin embargo, el impacto real sobre el salario neto sería mucho menor, estimándose un aumento del 2,6%, que dejaría el salario mensual en 1.216 euros después de impuestos.
Tributación del SMI y su impacto
Los representantes de CCOO y UGT han señalado que la decisión sobre si el SMI debe tributar corresponde al Gobierno. Javier Pacheco, de CCOO, ha enfatizado que los sindicatos apoyan la tributación, afirmando que es fundamental que se produzca un aumento significativo del salario mínimo, que permita a los trabajadores acercarse a los estándares europeos. Fernando Luján, de UGT, coincidió en la importancia de esta subida para mejorar las condiciones laborales en España.
Medidas adicionales para proteger a los trabajadores
Además del incremento del SMI, los sindicatos han exigido que se implementen medidas que eviten la absorción de pluses. Esto se refiere a la situación en la que algunos trabajadores no ven reflejado el aumento en su salario debido a que este se compensa con un plus existente. Esta cuestión ya fue abordada en una propuesta presentada por el Ministerio de Trabajo en octubre, que prevé ciertas limitaciones a la absorción de pluses.
Limitaciones a la absorción de pluses
Es importante aclarar que no se prohíbe la absorción de todos los pluses; en cambio, se propone una limitación. Por ejemplo, un plus asociado a la peligrosidad o al conocimiento de idiomas no podría ser absorbido por la subida del SMI. Sin embargo, los pluses genéricos podrían ser afectados. Esta distinción es crucial para los sindicatos, que consideran que la eliminación de la absorción de pluses es un requisito esencial para su acuerdo con el aumento del SMI en 2026.
El papel del Gobierno y la oposición de la CEOE
Los sindicatos sostienen que estas medidas pueden ser aprobadas por el Gobierno mediante un real decreto, lo que evitaría la necesidad de pasar por un proceso legislativo que podría ser complicado dada la actual composición del parlamento. No obstante, si se decidiera prohibir la absorción de cualquier tipo de plus, esto sí requeriría modificar el Estatuto de los Trabajadores, lo que implicaría un proceso legislativo más complejo.
La oposición de la CEOE a estas medidas es notoria. Históricamente, la patronal ha estado en desacuerdo con los aumentos del SMI acordados solo entre el Gobierno y los sindicatos. Ante la posibilidad de que se introduzcan modificaciones significativas en esta ocasión, su resistencia parece aún más firme. Los sindicatos están preparados para defender su postura, pero el desenlace de estas negociaciones podría culminar en los tribunales si las partes no llegan a un acuerdo.




