Los pormenores de la cena de Mazón y Vilaplana en El Ventorro se examinan a la luz de la tragedia de la dana.

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El 29 de octubre de, Valencia vivió una de las peores catástrofes naturales de su historia, conocida como la dana, que dejó un saldo trágico de 229 personas fallecidas y un sinfín de daños materiales. En medio de esta crisis, el presidente de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana, se encontraban en el restaurante El Ventorro, disfrutando de un almuerzo que ha generado controversia y numerosas preguntas.
La factura de esta comida, que ascendió a 165 euros, ha sido objeto de investigación por parte de la jueza Nuria Ruiz Tobarra, quien está a cargo del caso de la dana. La relación entre el almuerzo y los acontecimientos catastróficos ha llevado a la magistrada a solicitar más información sobre lo sucedido durante aquellas horas cruciales.
Los detalles del almuerzo en El Ventorro
El almuerzo, que duró casi cuatro horas, se llevó a cabo en un reservado del restaurante El Ventorro, donde Mazón y Vilaplana se sentaron en la mesa 106. Según el propietario del establecimiento, Alfredo Romero, la reserva fue hecha unos días antes por la Generalitat y el menú fue un acuerdo cerrado que incluía una botella de vino y varias botellas de agua. Sin embargo, la factura no especifica qué bebidas fueron consumidas, lo que ha generado aún más interrogantes.
La importancia de la sobremesa
Romero testificó que la comida concluyó alrededor de las 17:00 horas, pero la sobremesa se extendió hasta las 18:45. Durante este tiempo, Mazón mantuvo varias llamadas telefónicas relacionadas con la crisis. La jueza considera que la duración de la sobremesa puede influir en la posibilidad de que Vilaplana escuchara conversaciones críticas sobre la gestión de la emergencia. Las llamadas se realizaron a personalidades clave, incluyendo a la entonces consejera de Justicia y la presidenta de la Diputación de Valencia.
Investigación en curso y testimonios
La investigación sobre la cena ha llevado a la jueza a convocar a varios testigos, incluyendo a los escoltas de Mazón y otros altos funcionarios. La necesidad de esclarecer qué se discutió durante la sobremesa y si hubo algún tipo de comunicación respecto a la dana es fundamental para la instrucción del caso. La magistrada ha solicitado no solo la factura, sino también un plano del reservado y la confirmación de las comunicaciones realizadas durante ese tiempo.
Implicaciones de la cena durante la crisis
Este almuerzo ha suscitado indignación pública y cuestionamientos sobre la responsabilidad de los líderes en situaciones de crisis. La percepción de que los funcionarios estaban en un almuerzo formal mientras la provincia sufría una emergencia ha llevado a una mayor exigencia de transparencia y rendición de cuentas. Cada detalle de esa comida se examina con lupa, ya que puede aportar claridad sobre la conducta de los involucrados durante un momento tan crítico.
A medida que avanza la investigación, se espera que se revelen más detalles sobre las comunicaciones y las decisiones tomadas durante la dana. La jueza Ruiz Tobarra ha enfatizado la necesidad de obtener toda la información pertinente para entender mejor la relación entre el almuerzo y la respuesta a la crisis. Este caso, que comenzó como un simple almuerzo, se ha transformado en un elemento clave de una investigación más amplia sobre la gestión de emergencias en la comunidad.




