La ciencia forense ha permitido reabrir un caso de asesinato que permanecía sin resolver desde 2007.

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Un trabajo exhaustivo de los expertos de la Científica de los Mossos d’Esquadra ha dado un nuevo impulso a un caso de asesinato que ha permanecido en el limbo durante 18 años. La víctima, Ana María Milán, fue hallada sin vida en el área de almacenamiento de una zapatería en Sabadell, donde trabajaba como dependienta.
Su muerte, que se produjo en 2007, fue un acontecimiento trágico en la comunidad, y ahora, gracias a avances en la investigación forense, se ha logrado identificar al principal sospechoso.
Los restos químicos hallados en la ropa de la víctima han jugado un papel crucial en la resolución del caso.
Estos elementos, que incluyen cobre, estaño y plomo, se encontraron también en la chaqueta del sospechoso, un hombre que había sido detenido previamente en 2019. Este nuevo análisis ha permitido establecer un nexo directo entre el acusado y el crimen, llevando a la reactivación del caso bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción 5 de Sabadell.
Revelaciones a través de la ciencia forense
El avance en las técnicas de análisis forense ha sido fundamental para este desarrollo. La Unidad de Homicidios de la policía catalana tomó el caso en 2019, después de que las primeras líneas de investigación no condujeran a resultados satisfactorios. En ese momento, el sospechoso había trabajado en la zapatería y no había sido considerado culpable. Sin embargo, un detallado examen de la escena del crimen y las evidencias recogidas permitió a los investigadores volver a centrar su atención en él.
Análisis de la escena del crimen
Entre los elementos encontrados en la escena del crimen, se halló un cúter con sangre que se asemejaba a los utilizados por el sospechoso, quien es lampista. Durante la búsqueda en su hogar, el acusado hizo una declaración espontánea que lo vinculaba directamente con el arma del crimen, lo que generó más sospechas sobre su involucramiento. Desde el Cuerpo de Mossos han comentado que este caso es un ejemplo de cómo la ciencia forense puede reabrir investigaciones que parecían cerradas para siempre.
El contexto del crimen y sus consecuencias
La brutalidad del crimen y el tiempo transcurrido sin respuestas han dejado una huella en la comunidad de Sabadell. El hecho de que la víctima haya sido encontrada con múltiples heridas de arma blanca generó un gran impacto. Ahora, con la reactivación del caso y la identificación del sospechoso, se espera que se haga justicia.
Desarrollo del caso judicial
El juez ha decidido dejar al sospechoso en libertad bajo ciertas condiciones, lo que incluye la entrega de su pasaporte y la prohibición de salir del país. A pesar de las preocupaciones de la Fiscalía, que pedía su encarcelamiento preventivo, la decisión del juez ha generado incertidumbre. El sospechoso deberá presentarse semanalmente ante el tribunal mientras se avanza en el procedimiento judicial.
Este caso no solo pone de relieve la importancia de la tecnología forense en la resolución de delitos complejos, sino que también destaca la necesidad de mantener la investigación viva, incluso años después de que un crimen haya sido cometido. La colaboración entre diferentes unidades de investigación y la aplicación de nuevas técnicas científicas han permitido que, finalmente, se pueda dar un paso hacia la justicia en el caso de Ana María Milán.




