El programa de cine para adultos mayores podría concluir después de la Navidad si no se incrementa su financiamiento.

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La Federación de Cines de España (FECE) ha emitido una advertencia sobre el futuro del programa de cine sénior, que permite a los mayores de 65 años disfrutar de películas por solo 2 euros. La situación es alarmante: sin un incremento en la dotación presupuestaria, este programa podría finalizar justo después de las festividades navideñas.
Álvaro Postigo, presidente de FECE, ha indicado que, con el presupuesto actual de 8,5 millones de euros, el programa no podrá mantenerse hasta junio de 2026.
Este programa fue establecido durante la legislatura pasada por el exministro Miquel Iceta.
Sin embargo, ya en su primera edición, el programa enfrentó dificultades significativas. A pesar de contar inicialmente con un financiamiento de 10 millones de euros, muchos cines se encontraron sin recursos antes de que culminara el periodo de seis meses para el que estaba diseñado. Este error de planificación afectó especialmente a las salas de barrio, obligando a algunas a eliminar la oferta destinada a los mayores.
La evolución del programa y sus desafíos
Con la llegada de Ernest Urtasun al Ministerio de Cultura, el programa fue renovado con un presupuesto de 12 millones de euros, extendiendo su duración y ajustando el sistema de distribución de fondos para evitar errores pasados. Sin embargo, en esta tercera edición, el financiamiento ha alcanzado su punto más bajo, lo que ha llevado a FECE a prever que el programa no podrá continuar más allá de las festividades de diciembre.
Los efectos en la industria del cine
A pesar de que el programa de cine sénior ha sido bien recibido por el público y ha generado satisfacción entre exhibidores y distribuidores, Postigo ha reconocido que es necesario abordar las deficiencias del sistema actual. La idea de ofrecer entradas a bajo costo se ha transformado en una oportunidad valiosa para que los mayores disfruten del cine, pero el financiamiento insuficiente amenaza con cerrar este capítulo.
Además de la preocupación por el cine sénior, otro tema candente es el de las ayudas directas a las salas de cine, que han estado envueltas en problemas administrativos durante los últimos dos años. El año anterior, 14 millones de euros destinados para este fin no fueron distribuidos debido a complicaciones burocráticas. Este año, aunque el monto se ha reducido a 8,5 millones, varias comunidades autónomas han comunicado que no podrán gestionar estas ayudas antes de que se cumpla el plazo, lo que podría llevar a la pérdida de estos fondos.
Un sector en crisis
La representación de FECE en una mesa de trabajo organizada por el Partido Popular destacó la grave situación del sector cinematográfico en España. A pesar de contar con una oferta de 766 millones de butacas anuales, solo se han ocupado 70 millones, lo que representa menos del 10 por ciento de la capacidad disponible. Sin el apoyo de inversores extranjeros, muchas salas estarían en riesgo de cierre, ya que desde el negocio ha disminuido en un 25 por ciento, mientras que los costos fijos continúan en aumento.
Propuestas para revitalizar el cine
Durante el encuentro, se discutió la situación de la ley del cine, que lleva dos años estancada en el Congreso desde la llegada de Urtasun al cargo. Este proyecto, que se originó en la legislatura de Iceta, ha enfrentado múltiples prórrogas y sigue sin ser resuelto, lo cual ha llevado a que la normativa actual, que data de 2007, se considere obsoleta para el ecosistema cinematográfico actual.
El sistema de ayudas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) también ha sido objeto de críticas. Se han señalado desigualdades en el acceso a fondos y plazos irrealizables que dificultan la planificación de proyectos. Un llamado a revisar estos procedimientos ha sido realizado por profesionales del sector, quienes solicitan una simplificación en los procesos de financiación y una mejora en la distribución de recursos para asegurar la viabilidad de las producciones nacionales.
Es evidente que el cine en España necesita cambios estructurales urgentes para evitar que el sector se hunda aún más. La implementación de un Consejo Estatal del Audiovisual podría ser una solución viable para coordinar esfuerzos entre producción, distribución y exhibición, facilitando así la revitalización de un sector que ha sido fundamental en la cultura española.




