Explora la intrincada conexión entre el insomnio y el reflujo gastroesofágico nocturno en este exhaustivo análisis del experto Marcello Soi.

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El insomnio es un problema que afecta a numerosas personas y su comprensión va más allá de simplemente contar ovejas antes de dormir. Según el reconocido especialista en sueño Marcello Soi, es esencial adoptar una visión holística que considere tanto los aspectos biológicos como los emocionales y ambientales que pueden influir en la calidad del sueño.
Durante su intervención en el pódcast Full Músculo, Soi subrayó que cada caso de insomnio es único. No se puede aplicar una solución estándar, ya que “no hay nada que sea igual de un paciente a otro”. Esto implica que es necesario analizar cada situación de forma individual para abordar adecuadamente los problemas del sueño.
Factores que influyen en el insomnio
El sueño puede ser visto como la punta del iceberg, donde las manifestaciones del insomnio son solo los síntomas visibles de una serie de problemas subyacentes. La edad, el sexo, el entorno familiar, el nivel educativo y hasta la genética juegan un papel fundamental en cómo se experimentan los trastornos del sueño.
El impacto del estrés en el sueño
Uno de los factores más perjudiciales para el sueño es el estrés. Las experiencias de vida, como rupturas amorosas, la muerte de un ser querido, tensiones familiares o problemas laborales, pueden llevar a episodios de estrés agudo. Soi asevera que estos eventos pueden resultar en una pérdida significativa de horas de sueño, lo que a menudo se traduce en trastornos digestivos.
Además, el estrés crónico, que a menudo se origina en experiencias adversas durante la infancia, puede tener efectos duraderos. Ejemplos de esto incluyen el bullying, crecer en un entorno con abuso de sustancias o experimentar la depresión de un progenitor. Aunque estos eventos no cambian la genética, tienen el potencial de alterar cómo se expresan los genes y cómo responde el sistema nervioso en la vida adulta.
Entre los trastornos del sueño más difíciles de detectar se encuentra la apnea del sueño, que se extiende más allá de los simples ronquidos. Según Soi, esta condición se caracteriza por episodios en los que la persona deja de respirar durante breves instantes mientras duerme. Se considera normal tener hasta 14 episodios por hora, pero cuando se superan los 15, se presenta un problema clínico que puede comprometer la oxigenación durante la noche, aumentando así el riesgo de problemas cardiovasculares.
Conexiones entre el sistema digestivo y el sueño
La relación entre el reflujo nocturno y la apnea del sueño es otro aspecto que merece atención. De acuerdo con Soi, esta condición es más común en personas que sufren de insomnio y puede ser un factor que contribuye a la aparición de la apnea. El reflujo nocturno puede provocar episodios de apnea, lo que complica aún más la calidad del sueño.
Por ello, es crucial abordar el insomnio desde una perspectiva integral. Esto implica no solo tratar los síntomas, sino también combinar el trabajo nutricional con el apoyo psicológico y psiquiátrico cuando sea necesario. Un enfoque conjunto permite identificar las causas raíz de cada caso y diseñar un plan de intervención que mejore no solo el sueño, sino también la salud emocional y metabólica del paciente. La calidad del descanso es un reflejo del equilibrio que debe alcanzarse, y no se puede lograr simplemente aliviando los síntomas superficiales.




