Por mucho que pueda fastidiarnos a los partidarios de La Red Social, la inglesa El Discurso del Rey está causando sensación allá donde se estrena.
Que una producción de época y de coste reducido (15 millones de dólares sin contar promoción) lleve 200 millones de dólares en todo el mundo es todo un éxito, especialmente si tenemos en cuenta que a la película dirigida por Tom Hooper le queda mucha carrera comercial por delante gracias a sus 12 nominaciones el Oscar.
El próximo domingo El discurso del Rey puede convertirse en la primera película británica en ganar desde que Shakespeare in Love diese la campanada en 1998 y venciese a Salvar al Soldado Ryan.
¿A qué viene sacar ahora la película protagonizada entonces por Gwyneth Paltrow? La carrera de premios de ambos años son de lo más parecidas (nadie daba un duro por ello en la primera fase de la temporada y acabarán alzándose con el gran premio) y, lo que es más importante, ambas cuentan con el apoyo y las artes promocionales del todopoderoso Harvey Weinstein.
Criticado por muchos, respetado por otros y temido por muchos directores (en la industria tiene el apodo de Harvey Manostijeras, por su afición a recortar el metraje de muchas de sus producciones), Weinstein ha sido fundamental en los últimos 20 años de los premios de la Academia gracias a su labor detrás de los estudios Miramax… al menos hasta que se enfrentó a la Disney y tuvo que abandonar la empresa que él mismo había creado con su hermano.
Películas como Chicago, El indomable Will Hunting, El Piano, Pulp Fiction, Las Horas o The Reader no habrían llegado hasta donde llegaron de no ser por él.
Productores, directores y actores lo saben: sin ir más lejos, Penélope Cruz le incluyó personalmente en su discurso de agradecimiento tras ganar el Oscar por Vicky Cristina Barcelona.
Harvey sabe lo que hace y no da puntada si hilo: la campaña de El discurso del Rey es un ejemplo perfecto de esto.
La última decisión del influyente Harvey es lanzar un nuevo trailer de la película incluyendo comentarios de espectadores de todo el mundo dando mil y una alabanzas.
No importa que la película lleve casi dos meses estrenada en medio mundo, lo importante es que se siga hablando de ella y se refuerce su condición de favorita en el Oscar a mejor película.
Qué listo eres, Harvey.
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