El gobierno de Colombia hace frente a la ola de violencia y delincuencia organizada, decretando estado de emergencia carcelaria.
El gobierno de Colombia hace frente a la ola de violencia y delincuencia organizada, decretando estado de emergencia carcelaria; como estrategia para asegurar el orden y la seguridad dentro del sistema penitenciario
Colombia declara estado de emergencia carcelaria
En un esfuerzo sin precedentes para combatir la creciente ola de violencia y represalias de las pandillas contra funcionarios penitenciarios, Colombia ha declarado el «estado de emergencia» en todas sus cárceles.
Esta decisión se tomó después de una serie de ataques violentos contra los empleados del sistema penitenciario en las últimas semanas.
Un ejemplo reciente es el asesinato de Jesús Cárdenas, un alto funcionario del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario( INPEC), en Tuluá, Valle del Cauca.
Medidas drásticas contra la violencia
El Ministro de Justicia, Néstor Osuna, anunció en una rueda de prensa que la medida se tomó como respuesta a los ataques sufridos por el personal penitenciario; interpretados como venganzas por las recientes acciones del Gobierno contra líderes de organizaciones criminales de alto impacto.
Osuna enfatizó que las fuerzas de seguridad ahora están autorizadas a ejecutar operativos especiales; especialmente en cárceles superpobladas, para proteger a los guardias y erradicar la extorsión y la corrupción dentro del sistema penitenciario.
El Ministro Osuna detalló que, bajo el estado de emergencia; se podrán realizar «registros y redadas sorpresa» en las cárceles, y aquellos reclusos que hayan cometido delitos serán trasladados a otros centros penitenciarios.
Además, el INPEC implementará limitaciones a las visitas y a los derechos de comunicación de ciertos reclusos, mientras que la presencia de fuerzas policiales y militares se intensificará alrededor de todas las instalaciones carcelarias del país.
Tras la declaración; se han establecido anillos de seguridad en las prisiones Picaleña en Ibagué y La Picota en Bogotá, como parte de las medidas de emergencia.
