No sé cuantas veces ustedes habrán ido a comer un menú en un restaurante McDonald pero si son muchas tengo una noticia que les sentará como un jarro de agua fría: les han estado envenenando.
No mucho pero el caso es que sí.
La noticia ha salido a la luz porque los accionistas de la cadena de fast-food han pedido que se reduzca el uso de pesticidas en las patatas que la cadena compra.
McDonald seguramente tienen mucho que aprender de Burguer King y su comportamiento con el medio ambiente y bastante poco de Kentucky Fried Chicken pero, sea como sea, al menos son los propios peces gordos de la compañía quienes han decidido poner freno a la situación.
Por eso, han animado a las empresas que les abastecen con patatas a que compartan ideas para reducir el uso de pesticidas.
La cadena de comida rápida es el mayor comprador de patatas de Estados Unidos y posiblemente del mundo.
Curiosamente, las patatass de McDonald han estado catalogadas en las listas de alimentos con más pesticidas durante años.
Nada imputable de delito ya que los cantidades son muy pequeñas pero que, según algunos expertos, pueden tener consecuencias.
El uso de pesticidas es preocupante sobre todo para los granjeros, el terreno donde se aplican y la vida salvaje que habitan ese medio.
El cultivo de patatas ocupa casi el 15% del campo destinado a granjas de Estados Unidos, así que estamos hablando de un problema bastante grande.
Sea como sea, la multinacional ha decidido poner fin a este despropósito.
Aunque aún no haya adoptado ninguna medida y nos siga contaminando con sus menús, al menos tenemos en cuenta sus intenciones.
Con un poco de suerte, la EPA se pone dura con ellos y los persigue.
Que los pongan en su lista de criminales hasta que cumplan.
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