Hace ya 6 años que HBO estrenó una de las mejores series que he tenido la oportunidad de ver.
Carnivàle nos introduce de lleno en una de las historias más viejas de la humanidad, la batalla entre el bien y el mal.
Dos son los protagonistas absolutos, Ben Hawkins interpretado por Nick Stahl y Brother Justin al que da vida de una manera asombrosa Clancy Brown.
Ellos son como podéis imaginar, la cara y la cruz, la luz y las sombras.
Y es justo ahí donde está lo mejor de Carnivàle, en su juego malicioso que no nos muestra con claridad quién es quién en la batalla.
Su producción fue cuidada hasta el último detalle, lo que al final se convirtió en cuchillo para su garganta, siendo cancelada al final de la segunda temporada por resultar demasiado cara en comparación con la audiencia fiel que la seguía.
Y es que muchas veces la calidad no es comprendida, grandes ejemplos de series que son obras maestras y han sido canceladas antes de tiempo, como Arrested Development, vienen rapidamente a mi mente.
Así que para hacer aún más mítica Carnivàle, nos encontramos con 2 temporadas soberbias y un cierre en falso que nos deja con la miel en los labios, justo cuando la historia se había vuelto aún más interesante.
Es por ello que el visionado de esta serie a día de hoy es sólo para valientes, ya que sabiendo de antemano que no tiene final, te arriesgas a coger un soberano cabreo cuando hayas visto hasta el último minuto y te des cuenta de lo injusto que es a veces el mundo de las audiencias.
Yo por mi parte seguiré hablando un poquito de Carnivàle, porque merece la pena y porque espero que gracias a estos posts alguno de vosotros se anime y pueda disfrutar de ella.
De momento os dejo con su maravillosa cabecera que disfruté 24 veces, cada una mejor que la anterior, a ver si os pica un poco la curiosidad.
Fotografía
