En estos cuatro meses que llevamos de año hemos visto auténticos desastres en la fauna marítima.
Ya saben de lo que hablamos, ballenas y delfines varados, seguramente por causa del cambio climático.
Imágenes de animales muertos o agonizantes en las playas, sometidos a los flashes de los curiosos y a la incapacidad de las autoridades para que esto no suceda.
Hoy, hablamos de un nuevo drama ambiental.
Miles de peces han aparecido muertos en varias playas de Costa Rica.
Las playas del pacífico norte costarricense llevan desde miércoles asistiendo a tal dantesco escenario.
Por su parte, las autoridades aún no tienen explicación a lo que está sucediendo y por ahora se aplican en las tareas de manunteción y sanidad.
Los primeros informes de peces sin vida en la costa se dieron en la playa Lagarto el domingo, aunque no en gran número.
En los siguientes días, el fenómeno se fue repitiendo en playas de provincias cercanas.
El Ministerio de Salud costarricense ha pedido a la población que no ingiera pescado ya que no pueden asegurar que los peces no hayan muerto por intoxicación.
Por ahora, la principal hipótesis de las autoridades es que los animales fallecieron a causa de una marea roja provocada por un microorganismo llamado dinoflagelado.
Las toxinas liberadas por el microorganismo se concentran en algas, que son comidas por los moluscos y éstos a su vez, por los peces o por los humanos (lo que se conoce por cadena trófica).
Según publica el diario local La Nación, la directora ejecutiva del Sistema de áreas de Conservación, Guiselle Méndez, se han abierto investigaciones paralelas para descubrir lo que ha sucedido.
Esta situación comienza a ser peligrosa.
El hecho que varias televisiones españolas hayan hablado de lo sucedido es una señal inequívoca.
Esperemos que se aclare todo el embrollo rápido y se tomen las decisiones adecuadas.
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