Alemania apagará todas sus 17 plantas nucleares en el 2021.
Pero si la transición a las energías renovables no va tan rápido como está previsto, tres de las plantas continuarán en funcionamiento un año más, como medida de precaución ante una posible escasez de energía.
La noticia del apagón de los apagones fue anunciada a medianoche por Norbert Röttgen, ministro de medioambiente de Alemania, quien luego se fue en su bicicleta.
No habría podido ser más simbólico.
De acuerdo con el Foro de la Industria Nuclear Española, para 2009 Alemania obtenía 26,12% de la energía que consumía de la tan vapuleada fuente nuclear.
Varios países europeos la superan en este sentido.
Por ejemplo, Bélgica, que tiene siete reactores operativos, obtiene 51,65 de su energía de esta fuente.
Qué decir de Francia, que tiene 58 reactores operativos y uno en construcción, y obtiene nada más y nada menos que 75% de su energía de esta fuente.
¿Seguirán estos países el ejemplo alemán? A mayor dependencia, menos probabilidad.
Lo que ha provocado el accidente nuclear de Fukushima.
No es que antes de éste hubiera oposición a la energía nuclear, es que la había pero su poder político no había resultado tan contundente.
De hecho, el año pasado el gobierno encabezado por Angela Merkel había decidido extender la vida operativa de las plantas nucleares alemanas, revirtiendo a su vez una decisión tomada por el ex canciller Gerhard Schröder que había situado el cierre de las plantas para 2020.
La decisión se basa sobre las recomendaciones hechas por una comisión de ética que Merkel creó después del desastre de Fukushima para estudiar el futuro de la energía nuclear en Alemania.
Sin embargo, la noticia ha sido recibida con poco entusiasmo y mucho escepticismo.
Renate Künast, el co-líder del Partido Verde, dijo que es dudoso que el gobierno esté realmente preparado para hacer el cambio a las energías renovables.
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