Las actividades ecológicas del príncipe Carlos de Inglaterra son prolíficas y una de las más conocidas es su marca de productos orgánicos, Duchy Originals, cuya materia prima se produce en una granja orgánica, Home Farm, situada en Highgrove.
En un post anterior os conté acerca de Poundbury, la ciudad ecológica de Carlos de Inglaterra, a propósito de su designación como uno de los 100 ingleses con mayor conciencia ecológica.
Duchy Originals, no obstante, es la actividad bandera y su icono, el primer producto que Duchy Originals lanzó al mercado, fueron unas galletas de avena.
Actualmente, Duchy Originals produce mermeladas, condimentos, postres, embutidos, sopas listas para comer, cosméticos y hasta herramientas de jardinería.
A mí, personalmente, me encantan las bebidas.
He probado la cerveza Ale de la marca que se fabrica en Oxfordshire y es deliciosa.
Todos los productos Duchy Originals tienen su origen en la granja orgánica de su residencia de Highgrove, Home Farm.
Detrás se su creación no está sólo el interés del Príncipe por la ecología sino también una suerte de nostalgia por el modo de vida antiguo de Inglaterra.
Por ejemplo, incentiva el cultivo en pequeña escala, casero, de las semillas autóctonas de la región tan sólo para que el gen se mantenga vivo.
Carlos de Inglaterra siempre me ha parecido más bien antipático.
Su acento inglés es más estirado de lo normal, su constante aparición en la prensa rosa da vergüenza ajena, su cara es de pasa, su caminar altivo y tiene un mal carácter que lo llevó a responder, irascible, a un periodista del Daily Telegraph que las grandes corporaciones terminarán echando a millones de pequeños agricultores para sustituir sus tierras por horribles aglomeraciones urbanas.
Pero debo admitir que este tipo de respuesta, por irascible que sea, despierta en mí sobre todo simpatía.
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