Quienes tengan planeado viajar con su perro a Francia, Reino Unido o Alemania, deben estar al tanto de los más recientes hallazgos sobre el parásito Angiostrongylus vasorum, conocido como gusano del corazón francés, un nematodo que provoca una infección que a su vez provoca una enfermedad en los perros conocida como angiostrongilasis.
De acuerdo con Parasitipedia: Las hembras adultas ponen huevos que llegan a los capilares pulmonares a través del flujo sanguíneo, donde eclosionan a larvas L1.
Estas larvas atraviesan la pared alveolar y llegan a la luz de los alvéolos pulmonares.
Por tos, estornudos o exudaciones llegan a la boca, de donde son tragadas y después excretadas con las heces.
Las larvas L1 excretadas se desarrollan a larvas infecciosas L3 en los hospedadores intermediarios o directamente en los perros.
En éstos, las larvas L3 atraviesan la pared intestinal y continúan su desarrollo en los nódulos linfáticos de la cavidad intestinal.
De allí emigran a través de la vena porta y del hígado hasta el ventrículo derecho y la arteria pulmonar donde completan el desarrollo a adultos.
El parásito se está extendiendo por todo el mundo y se cree que, por el tipo de clima, Galicia podría ser el sitio de España en el que este parásito podría encontrarse, viajando sobre los caracoles de jardín.
Investigadores de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, decidieron seguir los movimientos de los caracoles en jardines.
Colocaron pequeñas luces LED multicolores en la espalda de unos 450 caracoles y utilizaron pintura UV para rastrear sus movimientos.
Para su sorpresa, los investigadores descubrieron que los caracoles, considerados lentos, pueden cubrir distancias de hasta 25 metros en un período de 24 horas.
Una invasión de caracoles puede ser una invasión potencial de gusanos del corazón francés, por lo que los dueños de mascotas deben revisar regularmente los rincones y grietas en sus jardines para mantener a los caracoles a distancia.
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