El terremoto que ha afectado la zona de l’Aquila ha puesto de relieve la necesidad de hacer varias inspecciones en estructuras e infraestructuras no sólo en Italia.
El desastre natural y la creciente polémica sobre si se habían tomado todas las medidas de seguridad ha hecho que el debate se traslade a un nivel internacional y Estados Unidos son los primeros en tomar cartas en el asunto.
Así, el gobierno americano invertirá 15,2 millones de dólares en modernizar sus equipos de monitoreo de volcanes y terremotos.
El Secretario de Interior americano, Ken Salazar, explicó el proyecto a la prensa ayer mismo.
Estados Unidos tiene en su territorio 169 volcanes activos.
Como hemos visto en ecologiablog, un volcán no es moco de pavo así que hay que tomárselo en serio.
Si la cifra la aumentamos a 54 volcanes susceptibles de entrar en erupción en breve, la situación se vuelve terrorífica.
El 22 de marzo, el volcán de la montaña Redoubt entró en erupción.
Esta explosión de magma y ceniza a 106 millas de Anchorage, Alaska, puso de relieve la necesidad de actualizar las tecnologías de monitoreo americanas.
Claro que, si Estados Unidos no tiene la tecnología más puntera en estas cosas, ya me dirán que pueden hacer países como India o Tailandia.
Salazar explicó que aparte, se hará una partida especial de cerca de 30 millones de dólares para doblar los sistemas de monitoreo de movimientos sísmicos.
Piensen que Estados Unidos tienen unos 1500 terremotos de baja intensidad cada año, así que no está de más este sistema.
En fin, que mientras en Italia ya buscan responsables por lo sucedido (que los hay, no lo duden), el resto del mundo aún está a tiempo de evitar tener un desastre natural como éste.
O, como mínimo, tener unas infraestructuras competentes para reaccionar a tiempo.
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